“Como Dios manda y con sentido común…”
Por Pedro Taracena
Es mi deseo hacer uso de mi derecho a la
libertad de expresión, limitada por
la Ley Mordaza, y sobre todo porque lo que yo denuncio hoy lo debía de haber denunciado el PSOE desde siempre. El pacto
constitucional fue una farsa para
dejar impune un genocidio. La falacia de que había que ceder ante los franquistas por temor a una involución, tuvo su vigor hasta el fin de la Transición, que se sitúa con la dimisión de Adolfo Suárez, no para la eternidad.
Franco y sus secuaces derribaron la República, provocaron la guerra civil e impusieron una
dictadura. Los franquistas desde la Transición hasta nuestros días siguen
gestionando su victoria como si España fuera su botín de guerra.
Siempre que su mayoría absoluta les
permite convertirla en un poder absolutista. El franquismo ha quedado impune y
hacer alarde de él o cualquier forma de apología, lejos de ser un delito, está tolerada y bien vista. El PSOE permanece mudo, no sabe o no contesta.
Los socialistas toman parte quieran o no
de La Casta, donde conviven con el franquismo.
La Historia ya ha colocado a Franco y sus
seguidores en el lugar de los dictadores,
y el tiempo comprendido entre 1936 a 1975, como un periodo negro para
España y de vergüenza nacional para los españoles. Llamar franquista a Rajoy o a cualquiera de sus
secuaces del PP, puede molestarles porque saben que es algo negativo y
peyorativo, pero aunque yo les quiera insultar con ese epíteto, ellos no me pueden condenar porque legalmente
ser franquista es inocuo. Durante estos cuatro años hemos gozado de un legítimo y legal Gobierno Franquista. Fosilizando la Constitución y demostrando que se puede gobernar con el espíritu franquista, a través de los resquicios dejados adrede
en la Constitución escrita y
tutelada por el Ejército, la Iglesia, y los herederos legítimos de Franco. Emulando a Suarez que declaró que podía gobernar con la Ley de la Reforma Política sin abrir un periodo constituyente. El PSOE sigue preso de los
perversos pactos del bipartidismo y no se atreve a llamar al Gobierno por su
legítimo nombre de franquista.
A los españoles que vivimos la dictadura no nos puede engañar el PSOE y mucho menos el PP. El Gobierno ha
llevado a cabo políticas criminales
cual lacayo de Merkel, perdiendo la
soberanía y la dignidad nacional. Rajoy ha creado un gabinete
al dictado de la ideología franquista: El
nacional-catolicismo, escribiendo un currículum escolar al dictado de los obispos. También ha despojado a los
trabajadores de los derechos laborales y sociales y ha servido en bandeja una
situación de esclavitud al empresariado y a los bancos. Para
completar el crimen político, el Gobierno
ha resucitado el espíritu del Tribunal
de Orden Público del
franquismo, a través de la Ley Mordaza quebrantando la
Constitución.
Es un Ejecutivo donde los ministros no
solamente han parecido ser franquistas es que son genuinos franquistas. No
olvidemos que el fundador de los franquistas del PP fue un ministro muy significativo de la dictadura. Rajoy
ha logrado de hecho consumar la alianza
Iglesia-Estado y el maridaje Trono-Altar.
Todos ellos han demostrado con creces estar revestidos del perfil franquista,
pero Defensa, Interior, Educación, Trabajo,
Sanidad e Industria, aprueban cum laude.
Sin omitir que la gran virtud de estos franquistas ha sido y es, la mentira
apuntalada de embustes.
Este es el último gobierno franquista que sufriremos en España. Los que pertenecimos a La Casta y ahora renegamos
de ella, de igual forma que los jóvenes populistas, extremistas,
radicales, comunistas, chavistas, castristas, bolcheviques… No toleramos más ladrones y hacedores de crímenes legales contra nuestro pueblo.