Por Pedro Taracena
Lo legal, lo inmoral, lo injusto. El crimen y las políticas
criminales. El gobierno de la mayoría absoluta y la
tiranía del gobierno absolutista. Es necesario profundizar
en la semántica de ciertos
vocablos porque están siendo
utilizados de forma torticera.
La situación política actual ha
llegado a tal nivel de corrupción y desatinos que
todas las instituciones del Estado, sin excluir a ninguna, están en niveles de rechazo de la ciudadanía en límites nunca conocidos en democracia. La gobernanza de España está instalada en el
ocultismo, opacidad, la mentira y el embuste; haciendo constar la diferencia
que existe entre estas dos palabras, las dos preñadas de la misma perversión. Para dar la imagen de otra cosa distinta de la realidad que los
españoles sufren, el Partido Popular ha tenido que montar
una gran farsa; otorgando papeles a sus secuaces y lacayos para que unifiquen
el leguaje para que repitiendo la misma mentira al final parezca verdad.
Falacia que quien la critique y rechace es tachado de demagogo. El lenguaje que
utilizan contra el pueblo es obsceno y perverso.
El comportamiento
de esta pléyade de nefastos políticos no desaprovechan
ni una sola ocasión para manifestar
su ruindad con el pueblo español: Provocación, despotismo, chulería, engaño, robo,
descalificación, sin entrar en
el léxico donde el lenguaje jurídico matiza más sus fechorías. Ya no tienen ningún reparo y pudor
en descalificar, acosar, insultar y despreciar a: los sindicalistas, los
trabajadores parados y pensionistas. Los enfermos, dependientes, inmigrantes y vagabundos.
Los científicos, profesores,
médicos y estudiantes. Los funcionarios y todos aquellos que son víctimas
de su ideología política puesta en práctica.
¿Qué se puede
esperar de una clase política que desde el
primer día que el Congreso de los Diputados, usando y abusando
de su mayoría absoluta,
recortan derechos, cercenan la salud pública, expulsan a los estudiantes de sus carreras, provocan el hambre
y la desnutrición de los niños, desahucian a familias de su vivienda y dejan a
los dependientes sin asistencia? No obstante su cinismo les obliga a decir que
lo hacen porque no se puede hacer otra cosa, y es algo que no desean y lo hacen
a su pesar. Su hipocresía les delata
porque los diputados puestos en pie aplauden y jalean las políticas que son origen del hambre, la muerte, la
miseria, el paro, la injusticia y la corrupción. Pero esta jauría de la ira el
odio y el revanchismo no están solos. Están muy bien acompañados: El capital a través de los bancos, la patronal y los caciques,
que no han desaparecido ni muchos menos. Son los obispos y la patronal los que dictan
al Gobierno, legal y democrático, pero
injusto e inmoral, lo que hay que hacer. Los medios de comunicación
de
la derecha franquista y las organizaciones patronales, ya no disimular su adhesión a Rajoy, oscuro personaje torpe, terco y parco, líder de la mentira y del ocultismo. Se ha abierto la
veda contra el trabajador y el pobre. El débil y dependiente. Insultos y amenazas
y más recortes de su propia vida. ¡Crímenes y más crímenes!
De la Iglesia,
los españoles nada tenemos que esperar, lejos de denunciar el
estado de inmoralidad y de supresión de derechos que padecemos en España, están ancladas en el
nacionalcatolicismo que junto con el Caudillo que los fue de España por la Gracia de Dios, derrocaron la República, implantaron la dictadura confesional,
colaboraron en el genocidio franquista y mantienen de facto con los herederos de Franco, Fraga y Aznar, la alianza
trono-altar y el maridaje Iglesia-Estado. El pueblo está demostrando que también sabe defenderse de los
insultos. Mientras los políticos hacen declaraciones
detrás del plasma, cuando salen a la calle si su
desfachatez se lo aconseja, les decimos en la cara lo que no nos permiten
decirles en el Congreso de los Diputados. Debemos de decirles en su cara lo que
son, hasta que se metan en sus madrigueras y no salgan más.
Salvo que obedezcan, cual ratas, a la flauta de Hamelin.
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