Pablo Iglesias
Por Pedro Taracena Gil
En España no existen auténticos
periodistas. Los medios de comunicación, tanto públicos como privados, están en
manos de la oligarquía franquista. Sí, la oligarquía que dio el golpe de estado
que derrocó a la República, la misma que provocó un enfrentamiento fratricida,
la misma que implantó la dictadura, la misma que dio cumplimiento al testamento
del Caudillo de España, con una transición amañada. La misma que tuteló todos y
cada uno de los artículos de la Constitución y dejó impune el genocidio
franquista, la misma que tiene amordazada a la prensa y la misma que no quiere
que UNIDOS PODEMOS alcance ninguna cota de poder.
Todos los medios de
comunicación tienden una malla de propaganda tóxica y embustera para sostener y
no enmendar al corrupto régimen del 78. De no existir las Redes Sociales, las
Musas del Partido Popular, los Voceros del Régimen del 78 y los Boceras del
Reino, España sería una copia exacta del régimen franquista del Movimiento
Nacional, surgido el 18 de Julio de 1936.
Como ciudadano les detesto y
aborrezco por la farsa que tienen montada para acorazar a la mafia criminal del
franquista Partido Popular. La independencia del poder político y financiero es
una mentira. La crítica y la autocrítica brillan por su ausencia. El
corporativismo es su principal vicio. La monarquía no tiene corte, pero tampoco
la necesita. Los periodistas son
encubridores y aduladores de los desmanes de la familia real. LA RAZÓN, el ABC,
EL MUNDO, EL PAÍS, ANTENA3, TELE5, LA SEXTA, LA SER, LA CUATRO y por supuesto
los canales de titularidad pública, mantienen un contubernio no escrito, pero
muy bien articulado para que el bipartidismo del PP-PSOE, sigan
alternativamente en el poder. Todos contra UNIDOS PODEMOS y contra el derecho
a decidir de catalanes y vascos.
En las democracias más avanzadas,
a la prensa se le ha venido denominando como el cuarto poder. Después de establecer que el estado se cimenta
sobre la división de poderes, adjudicar la denominación de cuarto poder del estado
a la prensa, no es ninguna decisión ingenua y tampoco está exenta de intencionalidad.
En el mejor de los casos la prensa desea controlar al gobierno, intervenir en
su agenda e influir y manipular sus decisiones, mediante lobbys o grupos de presión
mediáticos o económicos. Durante la
transición en España la Constitución vino a restaurar el Estado de Derecho
quebrado por la dictadura. El cuarto
poder estuvo repartido en dos bloques, los partidarios de la derecha
franquista y los que se homologaron con los demócratas emergentes. Pero en la
actualidad la oligarquía franquista ha impuesto su cuarto poder, alineando en la misma ideológica a todos, tanto el espectro
político como el mediático. Y todos contra UNIDOS PODEMOS. El PSOE y el PP establecerán
de forma torticera y fraudulenta la gran
coalición. En nuestros días España goza de una prensa que practica dos
virtudes: Inercia e inmovilismo. Inercia de la transición e inmovilismo franquita.
La prensa lejos de controlar al Gobierno, entona loas a los éxitos de un
gobierno corrupto, sostenido por un partido corrupto, que ha sido votado y elegido por ciudadanos cómplices y conscientes
de la corrupción. Todos los medios de comunicación han emprendido una cruzada
de calumnia, acoso y derribo a la coalición UNIDOS PODEMOS. Las Redes Sociales
son las que están salvando la libertad de expresión y de información. Y algún que otro periódico digital.
Los ciudadanos deseamos solamente
conocer los hitos y eventos que se produzcan en nuestro país, en vivo y en
directo. No queremos que ningún busto parlante de la pequeña pantalla, nos
repita lo que estamos viendo y oyendo. Tampoco necesitamos el análisis, la
valoración o la opinión de los ignorantes y mal educados tertulianos. Que
disponen de la misma información que los televidentes. Y lo que es más grave,
es que antes de que hablen ya se sabe qué consigna propagandista van a
proclamar. El pueblo español es adulto y tiene una opción formada y no esperamos
a que el Ferreras, el Marhuenda o el Inda de turno, nos adoctrinen. Los
moderadores, presentadores y directores de los programas, son los mayores
impostores del periodismo. En España no existe la prensa libre e independiente.
Las Musas del Partido Popular
No hay comentarios:
Publicar un comentario