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sábado, 28 de diciembre de 2019

LA DICTADURA PERPETUA



Pedro Taracena Gil



La DICTADURA PERPETUA y la monarquía en España. Los mitos del 18 de Julio


atado-y-bien-atado-word-pressLa Italia fascista se comprometió a aportar una gran cantidad de armamento a los sublevados antes de la fecha fatídica de inicio de la Guerra Civil Española. La operación fue organizada por un sector de la derecha monárquica y fue financiada por Juan March. El régimen franquista nace de una Guerra Civil, de una sublevación militar contra el gobierno legítimamente en el poder y necesita, para justificar la sublevación, presentar a la República como la suma de todos los males posibles: desmembración de la patria, ataque a la propiedad, a la tradición, a la iglesia, al patriotismo. Una República en manos moscovitas, manipulada por los comunistas.
Esos son los mitos del 18 de julio. Tenemos una monarquía, que es opuesta a la República. Ha convenido confeccionar una imagen un tanto tenebrosa de la República, con mucha violencia política, un enorme caos y desorden social que debía desembocar de alguna manera en el fracaso colectivo que fue la Guerra Civil. Es una cosa aceptada que el Rey viene del franquismo. Por más que le de uno vueltas al asunto, resulta imposible negar que la monarquía española no es sólo el legado político exclusivo de la dictadura franquista sino que, al mismo tiempo, representa el único obstáculo institucional para la existencia de la República. Obsesionado con la corriente republicana española, Franco comprendió claramente que la única manera de perpetuar su régimen era a través de una monarquía reconfigurada.
La monarquía representa la continuidad de un régimen político que fue siempre un acérrimo enemigo de la República, con la función de impedir su regreso. Aunque se declare democrática, la monarquía es débil, con una opinión pública y manifestaciones de repudio en su contra. La figura del rey, inmune a acusaciones o investigaciones de sus actos resulta anacrónica e insultante para los millones de españoles que han experimentado un empobrecimiento en sus vidas. En la medida en que la población exija justicia, la monarquía puede sufrir embates que pueden sacarla de la historia, si insiste en colaborar en el silenciamiento de atrocidades cometidas contra miles de españoles a lo largo de décadas. Si la monarquía se opone a recordar los agravios y juzgar a los responsables de la represión franquista, como lo ha hecho hasta ahora, será rebasada.





















































































Selección: Pedro Taracena Gil


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