Espectro
político
Por Pedro Taracena Gil
La
Derecha.- Quizás estamos ante el umbral de un cambio histórico. La derecha
española no es la derecha europea y mucho menos la democracia cristina
civilizada de los últimos cincuenta años. El Partido Popular si se tiene que
homologar con una fuerza política europea sería la opción más extrema, aunque
se haga llamar centro derecha. La expresión centro
derecha en nuestro suelo ibérico es un eufemismo, o más fehacientemente una
falacia. Además en nuestro país existe otra derecha periférica con tintes racistas, defensora de un
nacionalismo exclusivo y excluyente implantado en el País Vasco. Y otra derecha nacionalista
independentista procede del rancio pasado de la burguesía catalana. Podemos
constatar que las tres variante musicales, son piezas de una misma sinfonía que
protege al capital y al empresario, siempre, en detrimento del trabajador por
cuenta ajena. También se puede afirmar que la derecha vasca y catalana, ambas
se opusieron a la dictadura, pero en democracia, siempre, se han acomodado a la política del Gobierno
de turno, apoyando programas u opciones conservadores. Es evidente que no tienen
ni voluntad ni capacidad de apoyar al trabajador. Más aún, es el enemigo a
batir.
La
Transición,- En la oposición a esta derecha central y periférica están los
partidos de izquierda, que tampoco se pueden homologar con la socialdemocracia
europea y tampoco con los partidos comunistas de Francia e Italia. Con la
muerte de Franco los franquistas que lo eran todos, impusieron a los partidos
que venían del exilio o de la clandestinidad, las reglas del juego que el
Caudillo de España, que lo había sido por la Gracia de Dios, había establecido.
Como resultado de un pseudo consenso se llegó a un pacto entre desiguales que
permitió recuperar el Estado de Derecho aprobando una Constitución, sin duda
avanzada y democrática, pero a cambio de dejar impune el régimen franquista,
auténtico genocidio. En su día se justificó esta concesión a los franquistas
como un mal menor, pero en la actualidad carece de justificación. El llamado
centro izquierda, tampoco ha sido el defensor neto y nato del trabajador. En
aras de políticas “realistas”, ha deteriorado muchos derechos ya conseguidos.
La
Izquierda Real.- Una tercera fuerza Política la constituyen las reminiscencias
actualizadas del Partido Comunista de España, conjuntamente con los
republicanos independentistas de Cataluña y nacionalistas gallegos. Se puede
afirmar que estas fuerzas políticas han sido despreciadas por el socialismo
español; creyéndose único representante del obrero. Pero esta izquierda siempre
ha mantenido la crítica a la nada modélica transición, que la estética y la
moral no me permiten escribir con mayúscula.
Las
Patronales.- Estas organizaciones empresariales acogen a las grandes, medianas
y pequeñas empresas. La experiencia nos ha dicho a todos los españoles, las
carencias del tejido empresarial de España, después de una experiencia en
democracia de casi cuatro décadas. Con más defectos que virtudes: Especulación,
usura, explotación, fraude, evasión de capitales y ansia por privatizar todo lo
público. Teniendo como objetivo desprestigiar a los sindicatos reivindicativos
y hacer desaparecer el Estado. El capital español y la empresa española han
hecho todos los esfuerzos necesarios para conseguir que el Estado del Bienestar
en nuestro país ya sea una auténtica quimera.
Los Sindicatos.- Los sindicatos no hay duda que son irremediablemente la parte más
débil de todas las organizaciones sociales. Su defensa del trabajador es en
algunos casos manifiestamente mejorable. No obstante, han salvado la
negociación colectiva que era la forma de vertebrar la justicia social y
llenaron de contenido el Estatuto de los Trabajadores.
La
Iglesia.-Es un poder más real que fáctico. Representa el nacionalcatolicismo
emanado del estado confesional que Franco y el Vaticano implantaron en España,
llenando de contenido religioso las leyes, que debían de ser civiles y vaciando
de Derecho al propio Estado. En la actualidad se perpetúa la alianza trono
altar y el maridaje Iglesia Estado. La Iglesia es el aliado perfecto del
capital y la derecha.
Los
Medios de Comunicación.- Los medios al servicio de la extrema derecha, heredera
del legado del franquismo y del nacionalcatolicismo, están financiados por el
capital y la Iglesia. No dependen del kiosco ni de la publicidad. Los medios y
grupos que apoyaron la transición están escorados hacia el llamado centro
derecha, que es tanto como decir, que su objetivo es llegar al centro pero sin
moverse de la derecha. Detrás de ellos están los intereses especulativos y cada
vez se alejan del objetivo principal del derecho a la información veraz y la
libertad de expresión. Con total ausencia de autocrítica. Los tertulianos son funcionarios
de los partidos que les pagan. No hay prensa libre e independiente de los
poderes.
Los
Movimientos Sociales.- No hace falta ser docto en Derecho para observar sin
faltar a la verdad que España, hoy por Hoy, es un estado fallido. Fracasado.
Tutelado por los mercados. Marioneta de la Europa rica. Gobernada por el tándem
Iglesia, Capital, Partido Popular. ¿Quiénes aprueban los dislates del Gobierno?
La Iglesia, con una legislación educativa del Gobierno impuesta por los
obispos. La Patronal, habiendo despojado a los trabajadores de todos los
derechos laborales. Y los nostálgicos que no son capaces de separar de forma
suicida, la ideología franquista de la doctrina económica neoliberal que
implanta. Los acontecimientos han hecho desaparecer el periodismo tradicional.
Las redes sociales están ejerciendo el verdadero periodismo, sin servilismo del
poder. Algunas cadenas, La Sexta, por ejemplo, están abriendo algunas ventanas
por donde se cuela el aire fresco de la esperanza. El desprestigio del
periodismo en España está llegando al nivel de lo políticos, porque son
una misma cosa.
El
resto estamos en la calle. Y de ahí no nos van a mover hasta que echemos del
poder a los corrompidos por la mentira, la codicia, el latrocinio y la usura.
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