Por Pedro Taracena
Las fuerzas políticas y económicas
tradicionales aplicando su ideología, han hecho que los españoles estamos donde estamos. Es decir, en la ruina personal y en la
emergencia nacional. Todo aquel que denuncie que este estatus se puede cambiar
es tachado de comunista, radical, chavista y castrista. Populista y demagogo.
La imposición de la política por parte de
la Unión Europea, aplasta toda resistencia que oponga
cualquier país miembro. España ha aceptado pertenecer a un club que no trata a
todos sus miembros como iguales: Solidaridad, cohesión social, justicia y sobre todo democracia. Estos valores
que en su día sirvieron a los
objetivos de la Comunidad Económica Europea
fundacional, desde hace cinco años, no han funcionado:
Alemania socio mayoritario impone de forma despótica sus normas al resto, creando: desigualdad social, paro, hambre y
miseria. Este hecho es objetivamente cierto, abalado por la derecha liberal y
ultra capitalista como la única solución. Este es el pensamiento
único inamovible y
cualquier cambio propuesto es apología del populismo demagógico. En este supra
estado que llamamos Europa reina la
tiranía del capital y
la injusticia más evidentes. Solamente los dogmas de fe son inamovibles. Toda obra
humana y la política lo es, está al servicio del ciudadano y se puede y se debe cambiar.
Muy simple y sencillo de comprender,
porque ostenta el poder político la derecha
cuya ideología apoya la ambición de los mercados, la usura de los bancos, la explotación de las empresas, el imperio de los caciques y el
desamparo de los trabajadores. En Europa la derecha neoliberal ha vencido a la
socialdemocracia. La Troika ha impuesto los recortes a la población como dogma de fe. La austeridad para el más débil se considera como verdad absoluta.
Pensamiento único, única política. Ha quedado patente que en Europa no se cumple la letra y mucho
menos el espíritu que impulsó la creación de la Europa de los Ciudadanos. La Unión Europea se ha convertido en una masa ingente de funcionarios burócratas bien pagados lentos e ineficaces. No resuelven
ni uno solo de los problemas plateados sobre todo en la Europa del Sur.
Descendiendo a España, el patrón que se debiera exigir a la UE es el espíritu y la letra de la Constitución Española. Sin embargo, la derecha recalcitrante y la socialdemocracia
servil, modificaron nuestra Carta Magna, dando prioridad al límite del déficit sobre el saciar el hambre y evitar la
miseria de los españoles.
La situación en España es de
emergencia nacional. Eso nadie lo pone en duda, salvo quienes no les afecta la
crisis: Las grandes empresas, la banca, los caciques, los políticos en el poder y los obispos. Mencionando
expresamente El PPSOE (Bipartidismo integrado en La Casta). ¿Por qué incluyo a “todos”
en este análisis?
Porque en aspectos económicos no presentan diferencias sustanciales, y nunca
se enfrentarán a la Troika
para defender a su pueblo.
La situación de “sostenella y no enmendalla” mantenida por La Casta es una
situación de flagrante injusticia y de atropello a los
derechos constitucionales de los españoles. Ante esta situación, el Gobierno arropado por sus mentores de Europa está instalado en la mentira y el embuste. La macroeconomía encubre el paro, la pobreza, el hambre, los
desahucios y la miseria. De esta macroeconomía se han beneficiado los ricos siendo más ricos, creciendo la desigualdad y la exclusión social. La derecha da por bueno que el leve
crecimiento precario en todos los órdenes, vaya dejando bolsas de desempleo, pobreza y miseria que son estructurales
y consustanciales con el capitalismo salvaje. Hasta aquí muchos son los que aceptan esta lectura de la
situación pero nadie del aparato político y económico del Estado está decidido a
cambiar un ápice de la
escritura al dictado de la Caudilla de Pacotilla que emula a Carlomagno, como
emperatriz de Europa.
Pero el pueblo en la calle utilizando el
sentido común evocado hasta
la saciedad por el terco, torpe y parco Rajoy, está gritando que: ¡Sí, se puede!
Que sí se puede establecer una política de emergencia nacional, como la que hubo en la post guerra cuando
los americanos nos regalaban mantequilla, queso y leche en polvo. Y cuando
Allende incluyó en su programa:
Que todos los niños chilenos
tuvieran garantizada su ración de leche.
Por Pedro Taracena
En España Hay que poner en marcha una política lo suficientemente populista
y demagógica que garantice que: los niños españoles no pasen hambre, los dependientes no se mueran por falta de apoyo
y ayuda, los enfermos sean atendidos en la Sanidad Pública y se eviten muertes prematuras y que nadie
abandone los estudios, grandes y pequeños por falta de medios económicos. Este programa es un parche necesario que solamente resolvería el “aquí y ahora”. Año 2014.
Para ello hay que aplicar la demagogia y
el populismo: Suprimiendo todos los asesores de todas las Administraciones Públicas. No se necesitan porque escribimos al dictado de la Troika. Los
funcionarios de carrera y las Universidades Públicas tienen capacidad para salvar la ignorancia del político de turno. Reducir los vehículos oficiales salvo urgencias evidentes difíciles de eludir, policía, ambulancias y bomberos, que prestan un servicio público. Despojar a todos los empleados públicos a todos los niveles, de los sobresueldos por
cargos acumulados, desapareciendo la figura moderna del cacique o la cacique.
Suprimir todos los gastos de representación, cortes de cintas, inauguraciones, homenajes y comilonas varias. Cancelar
todos los gastos de publicidad institucional, estamos en estado de catástrofe nacional, la miseria y la mala política se publicitan solas. Sí, ya lo sé, esto es el chocolate del loro y supone
pan para hoy y hambre para mañana. Pero
mientras el padre o la medre de familia encuentra trabajo con la ayuda del Gobierno, su hijo no come. No
come hoy…
Nadie del aparato del Estado que pueda
opinar sobre política y finanzas,
se atreve a decir que España no saldrá adelante con la losa de granito de la deuda y del
déficit. Es demagogia y populismo el mantener lo evidente, que España está rescatada, hipotecada,
ocupada, intervenida, vilipendiada… por los tiranos, déspotas y explotadores.
España está dentro del €uro pero está secuestrada y no se puede salir porque en realidad está cautiva de la €urozona. Pero este paradigma ¿es dogma de fe? ¿Qué pasaría si se judicializara la injusticia que se está haciendo con el pueblo español? ¿Qué hubiera sucedido si Zapatero ante la amenaza
de la Troika, hubiera pedido opinión al pueblo español? ¿Qué hubiera
sucedido si hubiera forzado con la amenaza de salirse del €uro? Quizás nada. Pero Europa hubiera visto que ante el Gobierno que es fiel al
cumplimiento de los acuerdos con Europa, está el pueblo que le despojan de sus derechos constitucionales. Nadie defiende
la sociedad española frente el
tirano europeo. Los políticos en general,
salvo la izquierda más radical, no están dispuestos a plantar cara a la Troika con un plan
negociado para salvar la dignidad de los españoles y la vergüenza de los que mandan e imponen sus políticas criminales. ¿Suena mal este vocablo? Pues cada
cual puede utilizar el que libremente elija, para calificar el daño que se está haciendo a los españoles.
Las manifestaciones que tuvieron su
origen en el 15-M han cobrado forma y fondo en Podemos, Equo y también han
influido en los partidos de la izquierda. Estas opciones se han radicalizado
para sintonizar con las mareas de las
calles. La palabra radical cínicamente asusta
a la derecha, cuando el significado que les debiera dar pánico sería el de llegar a la raíz de los
problemas. A grandes rasgos y sin querer ser simplista en mi análisis, hay dos bandos enfrenados. El pueblo llano por
un lado y el Gobierno sustentado por La Casta por el otro. La Casta constituida
por todos aquellos que dándose por
aludidos la niegan, surgida del consenso de la Transición, con el apoyo incondicional de los medios salvo
algunas excepciones. En este bando aplauden al Ejecutivo las grandes empresas,
los franquistas incondicionales del PP,
los caciques, las cacicas, los corruptos y los bancos. Esta pléyade de incondicionales
de la política liberal de
la derecha europea, masacra al pueblo y no quieren ni hablar de quitarse el yugo.
Uncidos al yugo de los culpables de la crisis se sienten más seguros.
¿Qué pasaría si forzáramos a Europa a
cambiar la economía de rumbo?
Simplemente que el poder económico estuviera
supeditado al poder político surgido de
las urnas. Todo se puede cambiar pero sobre todo, todo se debe cambiar cuando
se está despojando de los derechos constitucionales al
pueblo español. Algo se ha
hecho mal cuando en España hay paro,
hambre, muerte, desahucios, pobreza, emigración, exilio forzado…
¿Qué pasaría si España decide in
extremis porque Europa no cede, no pagar la deuda para poder comer?
¿Qué sucedería si España se sale del €uro porque Europa
la expulsa?
No son disparates. Son temas serios a
debate, como por ejemplo, la aportación de Podemos de auditar la deuda soberana de España…
Reportaje fotográfico: Pedro Taracena
Reportaje fotográfico: Pedro Taracena
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