Oficialmente ya no pertenezco al Partido de la Ciudadanía, Ciudadanos. Los motivos de mi baja voluntaria han sido los siguientes:
1. No voy a pertenecer a un partido que en su ideario fundacional se expresa en términos como “partido de centro progresista socialdemócrata” y luego en la realidad, al menos a nivel nuestro de la Comunidad Valenciana, práctica y militan la mas extrema derecha con tintes de otro partido, como es VOX o el mismo PP.
2. No puedo militar en un partido donde se pregona a los cuatro vientos la transparencia, la democracia interna y las primarias, y en la práctica es todo opacidad, nombramiento de cargos a dedo, y se hace un uso de las primarias telepáticas al gusto del mandatario de turno o a los designios de Barcelona.
3. No puedo militar en un partido político donde se promete en campaña electoral “el cambio” y una vez pasadas las mismas se pacta con la lista más votada y no se contemplan los pactos con fuerzas nuevas que sí suponen el cambio. Además a quien cumple con lo que en campaña se promete, se le expulsa o se le sanciona.
4. No puedo militar en un partido donde la base, es decir los afiliados, se les ningunea, se les calla a base de censura, donde además se practica el yo te prometo a cambio de silla o cargo para que o bien dejes de ser díscolo o simplemente apoyes a la “causa” del mandatario o pelele puesto a dedo.
5. No puedo militar en un partido donde me da vergüenza ajena los cargos electos, véase concejales, diputados autonómicos, etc., cuando hablan en público, cuando salen en prensa, o cuando realizan pactos a la vista u ocultos, donde se delatan quienes son y su falta , la gran mayoría, de calidad y experiencia política, que son títeres de sus coordinadores o del subdelegado provincial. Da pena como con sus palabras y hechos dejan al partido a la altura del betún.
6. No puedo militar en un partido donde la gente válida, la gente que piensa en los ciudadanos, que desvive por ayudar a que todo funcione bien, quien ayuda a los afiliados y simpatizantes a focalizar las ideas hacia una línea que el ideario marca claramente, son simplemente apartados o vilipendiados para desacreditarles en pos de un sectarismo que no permite la crítica y donde se premia el ser acólito y seguir a pie puntillas sus “decálogos” con tal de ganar poder o relevancia dentro del partido.
Podría decir muchas mas razones, pero estas son las principales. Cansado de promesas de limpieza de esta clase de individuos y viendo que el problema es quizás Barcelona, decido desvincularme por completo.
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