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martes, 16 de febrero de 2016

RADIOGRAFÍA DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN EN ESPAÑA





Iñaki Gabilondo

Por Pedro Taracena

Todos los medios de comunicación sin excepción están al servicio de La Casta, es decir, toman parte del consenso que consiguió la Santa Transición, defensores y adoradores de la Constitución de 1987, que consagró como dogmas divinos y franquistas: la unidad de España, la única nación la española, patria común de todos los españoles. Fuera de este paradigma, solamente existe el caos. Las nuevas fuerzas políticas situadas más a la izquierda ideológica, venidos del Movimiento 15-M, no están de acuerdo en mantener estos valores dogmáticos porque configuran una gran mentira. Sí, una gran mentira sustentada por  embustes que amenazan con romper España, cuando lleva hecha añicos cerca de ocho décadas. Cabría preguntar por qué este empecinamiento y la respuesta la encontramos en el imperativo legal de cumplir la Ley, sin más argumentación. La Constitución de 1978 se hizo para cumplirla, para modificarla según los signos de los tiempos y abolirla si dejara de responder a las necesidades de los españoles del siglo XXI.





Papa Bueno

Los medios de comunicación han formado una piña en torno al PP y al PSOE para que prevalezca el viejo lema de: DIOS, PATRIA Y REY. Sobre todo la unidad de España y la nación española como si del Credo de Nicea se tratara: ESPAÑA UNA GRANDE Y LIBRE. Desde el nacimiento de las formaciones políticas emanadas del 15-M, no hay medio, tertuliano y periodista o impostor de periodista, que no haya enarbolado el estandarte del insulto, descalificación, calumnia y desprecio a todos los nuevos políticos y políticas. Más aún, han establecido una estrategia para que Podemos y las fuerzas de su entorno no  logren ninguna cota de poder.
En esta campaña de acoso y derribo han aflorado todos los vicios de los medios de comunicación, públicos y privados: Violación del más mínimo código deontológico, la ausencia de objetividad, la nula independencia, el corporativismo más indecente y la impostura de la profesión de periodista. Hay directores de periódicos y periodistas que su intervención en la pequeña pantalla está impuesta con fines de vergonzosa propaganda. Y los directores y  moderadores de turno, que ni dirigen ni moderan, solamente permiten una puesta en escena para cumplir los objetivos marcados por La Casta y sobre todo  el poder financiero. La versión impresa de los periódicos no tendría ninguna notoriedad, si no se publicara su portada en las cadenas afines y los titulares que más interesan para servir a la causa.





Jordi Évole

Hay que diferenciar aquellos que dicen desempeñar la función de periodista de los que intervienen en calidad de tertulianos. Los primeros son polea de transmisión del medio que les paga, que a veces ese mismo periodista ha sido despedido y no ha tardado en cambiarse de chaqueta y servir a otro señor y dueño. Y los segundos son auténticos francotiradores que vienen de su propio medio, y lo que hacen es reproducir el mismo espectro político que existía en el Congreso de los Diputados, donde no hay nadie que haga de contrapunto.
La baja calidad profesional y cultural de los entrevistadores, les aboca a ser auténticos destrozadores de entrevistas. Se erigen en acosadores del entrevistado acudiendo a los grandes tópicos en aspectos superficiales, autentica carnaza para buitres. Y se arrogan el ser portavoces del pueblo, siendo mentira, y de la ciudanía cuya voz no se deja oír en el Parlamento, que tampoco les interesa. El apartado de los economistas disfrazados de periodistas constituye un punto y aparte. Es un cuerpo granítico vendido al liberalismo económico como pensamiento único y única doctrina de salvación, no solamente de España sino de Europa. Para descalificar a Podemos y a la formación Unidad Popular IU, basta con recordar el fracaso de la URSS o Cuba. La revolución Bolivariana de Venezuela o Irán… A La Casta no le interesa que pesos pesados de la economía acudan a los espectáculos televisivos, porque eso supone quebrantar el guión impuesto.





Antonio Ferreras

Los grandes vicios de los profesionales de los medios son: Su dependencia del poder, su falta de autocrítica y su corporativismo. Pero para quien me califique de pesimista o destructivo, deseo declarar que mi capacidad para discernir entre el periodista y el impostor la tengo intacta. Brillan con luz propia: Iñaki Gabilondo, Antonio Ferreras, Jordi Évole, Papa Bueno, Gran Wyoming… Es mi deseo provocar a los impostores a ver si alguien se da por aludido. No tengo ningún complejo en declarar que yo pertenecí a La Casta y que además milité en el PSOE. De los impostores dan buena cuenta de ellos las Redes Sociales.

Una forma de vencer a La Casta es que se forme en España un Gobierno de coalición entre PSOE, Podemos y Unidad Popular IU. Referente a los periodistas españoles. "Yo creo mucho en la reinserción”, que diría la Alcaldesa de Madrid.




Gran Wyoming


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