Por Pedro Taracena
Hace dos años que irrumpe el
Movimiento 15-M en la esfera política bajo el nombre de Podemos. Desde entonces
los partidos tradicionales, el PP y el PSOE, han emprendido una lucha sin
cuartel contra los nuevos advenedizos, con descalificaciones e insultos de todo
tipo. Pero el bipartidismo está arropado por la Transición que enarbola la
bandera de la unidad de España, contra la amenaza de quienes se proponen romper
la patria. He aquí los dos bandos reconciliados bajo la farsa de la amnistía del
genocidio franquista. Los crímenes de la dictadura han quedado impunes, y sus
víctimas esparcidas en fosas por toda la geografía española. Había que poner
coto a las pretensiones de Podemos. Y sin precedentes en España se ha abordado
un frente común entre la izquierda, la derecha, los franquistas, el capital, la
patronal, los obispos, algunos militares, los caciques y los corruptos, contra
Podemos. Donde todos los medios de comunicación públicos y privados sirven de
voceros muy activos.
Este frente es un conglomerado
de todas las perversiones y vicios hispanos ensayados en la Transición. Supone
un complot porque es una conspiración de carácter político, una confabulación
de todos contra Podemos. Una auténtica trama con intriga incluida, aunque sin
estructura declarada como es natural.
Es una confabulación porque ha
estado plagada de fábulas que tenían que ver con países muy lejanos y con
universidades muy próximas. Se ha emprendido sin duda un plan utilizando un
periodismo ramplón y embustero, que tocante a la mentira utilizada como
impostores del periodismo, tendría el ingrediente de confabulación ilícita.
Porque el derecho a la información veraz está brillando por su ausencia.
La espontaneidad en la cual
todos asumen la misma estrategia, obedece casi a una operación militar pero con
instituciones civiles. Una misma traza ideológica asegura una decisión óptima
en cada momento y para cada persona a batir.
Este es el campo de minas sobre
el cual Pedro Sánchez y Pablo Iglesias tienen que lidiar la gran tarde de toros
hispana. Sin embargo aunque se resistan a descender al ruedo del pragmatismo,
solamente tienen a su alcance el arma de la coalición. Es decir una unión
transitoria de personas que encabezan grupos políticos con un interés determinado.
En este caso el interés de la gente. El interés de los españoles, al dictado de la voluntad del
pueblo expresada en tres ocasiones en el Congreso de los Diputados. Sí, una
primera ocasión el 20-D y dos veces seguidas rechazando la investidura de Pedro
Sánchez y el pacto PSOE Ciudadanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario