EL
PODER DE LOS SIN PODER
Václav
Havel
Luego, «la profunda
crisis de identidad provocada por la “vida en la mentira”, y que a su vez hace
posible esta vida, tiene indudablemente una dimensión moral propia: se
manifiesta, entre otras cosas, como una profunda crisis moral de la sociedad.
El hombre que ha elegido la escala consumista de valores, “disperso” en el
marasmo de la masa y sin hacer pie en el orden del ser, aun sabiendo que su
responsabilidad no se limita solo a su supervivencia, es un hombre
desmoralizado; en esta desmoralización se basa el sistema, profundiza en ella y
es su proyección social». Por todo esto, «si el fundamento del sistema es “la
vida en la mentira”, no es de extrañar que la “vida en la verdad” sea su
principal peligro».
LOS TRES GRANDES EMBUSTEROS Y SUS CÓMPLICES
ENSAYO
Por Pedro Taracena Gil
Periodista
LOS EMBUSTEROS
Estos auténticos farsantes consiguieron confundir y corromper los conceptos:
LEGITIMIDAD,
LEGALIDAD y JUSTICIA.
Utilizándolos a su antojo y
conveniencia.
Juan
Carlos de Borbón Rey con fórceps
Adolfo
Suárez “Elevar a la categoría política de normal, lo que a nivel de calle es
plenamente
normal”
José María Aznar Internalizó la mentira española con “La fatídica cumbre de
las
Azores que precipitó la invasión de Irak”
LOS CÓMPLICES
Felipe González OTAN de entrada ¡No! de PSOE a P_ _ E
José
Luis Rodríguez Zapatero El Traidor que modificó el Art. 135 de la
Constitución
Pedro
Sánchez Gobierno de Coalición Progresista durmiendo con sobresalto
LOS AVALISTAS
Periodo 1936-1975:
El
Capital March y otros
https://www.publico.es/politica/financiadores-del-golpe-da-inicio.html
El
Ejército
La
Iglesia
Los
Caiques
Los
monárquicos: Don Juan de Borbón y los nobles franco-españoles
Falange
Española, versión hispana del fascismo
El
Nazismo de Alemania
El
Fascismo de Italia
EL MILAGRO DE LA PROPAGANDA
El
NODO:
1936-1975
EL
NUEVO NODO del neo franquismo: 1975-2022. Financiado por los
AVALISTAS
DESARROLLO DE LA VERDAD ESPAÑOLA
Juan Carlos de Borbón doblemente ilegítimo. Fue nombrado heredero del franquismo a título de Rey, cuando el legítimo heredero de la Corona de España era su padre Juan de Borbón, hijo de Alfonso XIII.
El General Francisco Franco justificó su
legitimidad por haber obtenido la victoria sobre la Republica, como botín de
guerra. Esta victoria le llevó a la exaltación de ser Jefe del Estado,
Generalísimo de los Ejércitos y Caudillo de España que lo fue por la Gracia de
Dios. Una vez el caudillo invicto llegó al poder, determinó que España seguía
siendo un Reino. Y Franco sería una especie de regente vitalicio. Y como
consecuencia creó el Consejo del Reino. El nuevo caudillo consumó el esperpento
desoyendo a Don Juan de Borbón, como heredero legítimo de la Corona de España;
decidiendo que fuera su hijo Juan Carlos de Borbón quien no instaurara,
sino restaurara la monarquía en España. Franco, el ilegítimo jefe del
estado, estableció como futuro Rey de España, al ilegítimo heredero del trono
español. Consumación de la doble ilegitimidad.
En 1975 las Cortes Españolas consuman la
ilegitimidad coronando al Príncipe de España, Rey de España con todos los
títulos y atributos de la Corona de España. Más tarde Don Juan se hizo cómplice
de tal disparate, cediendo a su hijo, ya Rey de España los derechos dinásticos
que de hecho ya poseía.
Nombrado el segundo gobierno de la monarquía, Juan
Carlos I y Adolfo Suárez urdieron un referéndum que burlara la consulta
inequívoca y directa al pueblo español: ¿Monarquía o República? Ambos, Juan
Carlos y Suárez utilizaron la argucia de formular una pregunta, que contestara
a dos cuestiones exclusivas y excluyentes a la vez. Un referéndum para la
reforma política que permitiera elegir un órgano legislativo. La astucia de
estos dos “amigos” y siempre bajo la amenaza de un pronunciamiento militar,
incluyeron la forma de Estado. Es decir, el pueblo votó una reforma política
que incluía una democracia coronada. Los ciudadanos que ya peinamos
canas o bien no peinamos nada, miramos hacia otro lado como lo hicieron los
Padres de la Constitución, que en absoluto representaron a todo el pueblo. La
falacia siguió hasta nuestros días cuando se mantiene la farsa, de que al Rey
de España le votó el pueblo. Esto es ¡mentira! Tan pronto se constituyeron las
nuevas Cortes Generales, fue muy sospechoso que se hubiera establecido en la
Reforma Política un Senado, donde al Rey se reservaba un tercio de designación
directa de los senadores. Pero los que fuimos testigos en aquellos días,
vivimos las grandes interrogantes del momento: ¿Democracia o Dictadura?
¿Ruptura o Transición? ¿República o Monarquía? Por mucha presión que hubiera en
el exterior, sobre todo de Europa, pesaba mucho más mirar hacia los años 30,
donde se gestó el golpe de estado contra la República y la recuperación del
Trono de España, por la Casa de Borbón. Para Suárez y Juan Carlos, no había
otra opción que seguir cediendo ente los AVALISTAS. No se había derrocado a una
República, no se había ganado una guerra civil de tres años, y no se había
mantenido una dictadura durante cuatro décadas, como para ahora permitir o
tolerar una democracia no coronada y mucho menos la República. “Para este viaje
no hacían falta tantas alforjas”.
Mantener que España es una monarquía
parlamentaria es una verdad a medias, y de todas formas ilegítima. Es una
monarquía impuesta por un genocida. Éste es el esperpento español
perfecto: Ilegítimo, pero legal. Legal pero injusto.
El Partido Comunista de España, verdadero opositor
al Franquismo se conformó con las migajas de renunciar a la bandera republicana
y asumir la ley de Amnistía de 1977. El Partido Socialista Obrero Español, que
jamás hizo oposición a la dictadura, le entraron las prisas por conseguir cotas
de poder, asumiendo la falsa democracia como un mal menor, quizás mejorable en
un futuro. Es verdad que todos han sido cómplices de las ilegitimidades básicas
encubiertas por el marchamo de la legalidad.
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