Buenas noches:
Antes de reflexionar como otros años sobre lo que nos ha deparado el año 2013, es preciso porque así lo exigen los españoles, que reconozcamos la Corona y las Instituciones del Estado, el
grado de deterioro democrático en el que
nos encontramos. La ineficacia política y la corrupción generalizada nos
han distanciado de las necesidades de nuestros conciudadanos. El Estado es el
garante de que se respete la Constitución y de que la economía esté al
servicio del desarrollo, no solamente del capital sino de los ciudadanos en
general.
Mencionaré en primer lugar a la Corona,
institución monárquica que represento. Por acción u omisión, conductas observables frente a la sociedad han dejado un rastro de
desconfianza, opacidad y mal ejemplo. A los treinta y cinco años de la promulgación de la Constitución, ha llegado la
hora de condenar el régimen dictatorial y que el juramento constitucional borre
mi compromiso con los Principios de Movimiento Nacional, sostén del viejo
régimen.
Los españoles perciben que la actuación del Ministerio Fiscal en asuntos de corrupción, es conforme a la legalidad, pero también perciben ausencia
de independencia del Ejecutivo. El uso y abuso que el Gobierno hace a la hora
de conceder los indultos, escandalizan al ciudadano porque no olvidemos que la
justicia emana del pueblo y se aplica por los jueces en nombre del Rey. Es tal
la cantidad de políticos y
empresarios implicados en escándalos de
corrupción, que los ciudadanos reclaman que sean los jueces
los responsables de acabar con los desmanes económicos, como única opción posible de volver a la credibilidad política y democrática.
Las Comunidades Autónomas, se han desviado de la unidad de España sobre todo en la solidaridad e igualdad. El
Gobierno ha legislado a favor de las políticas impuestas por la Troika; haciendo más rico a los ricos y más pobre a los podres; haciendo desaparecer la clase media. Es preciso
dejar paso a las nuevas generaciones que nos están diciendo en las calles y plazas que otra forma de hacer política es posible.
Y ahora sí me dirijo a todos vosotros que sin ser responsables de vuestras
desgracias y sinsabores, sí, las padecéis en
vosotros mismos y en vuestras familias:
Mayores dependientes sin asistencia.
Niños que solo se alimentan si acuden al comedor escolar.
Jóvenes que abandonan sus
estudios por falta de ayuda económica, que en concluyendo sus estudios se les cierra el camino al
trabajo y la investigación.
Parados de larga duración sin esperanza de volver a la vida laboral.
Trabajadores víctimas las nuevas leyes laborales, con trabajos
precarios, jornadas abusivas; perdiendo los derechos más elementales.
Deterioro de la Sanidad Pública a favor del sector privado, con evidentes
riesgos de muerte prematura.
La consideración de la Educación Pública como un
negocio privado, no se considera como una inversión, sino como un gasto a recortar.
No obstante, a estos problemas que los
españoles tenemos como reto irrenunciable que superar, estoy convencido de que saldremos del
bache, si actuamos con espíritu
constitucional y premura.
Como españoles no podemos quedarnos en el andén de la historia dejando que nos
abandone el estribo del progreso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario