Opinión a fondo
HEMEROTECA PÚBLICO 15 mar 2012
Vicenç Navarro
Catedrático de Políticas Públicas en la Universidad
Pompeu Fabra
La
secretaria general del PP, la Sra. Maria Dolores de Cospedal, ha acusado a los
sindicatos españoles de no ser patrióticos, al dañar a España convocando una
huelga general. Tal acusación recuerda la definición que la dictadura
franquista hacía de sus oponentes a los cuales llamaba “la anti-España”. Tal
acusación refleja una enorme osadía y un gran desconocimiento del pasado y
presente de nuestro país. Una representante del conservadurismo español debiera
ser más cuidadosa en sus expresiones, porque existe evidencia contundente sobre
el impacto negativo que el conservadurismo (que en el lenguaje popular se
conoce como las derechas), tanto en su versión financiera y empresarial como
política, ha tenido sobre el desarrollo económico y social de España.
No
es por casualidad que los países de la Eurozona que están teniendo más
dificultades son países como Grecia, Portugal y España, donde históricamente
las fuerzas conservadoras han tenido más poder y gozado de mayor influencia en
sus Estados. Las fuerzas conservadoras han gobernado en aquellos países durante
la mayoría del periodo que va desde la II Guerra Mundial hasta hoy. Es cierto
que tales países, gobernados por dictaduras conservadoras por largos periodos,
en los últimos años han tenido experiencias democráticas. España, por ejemplo,
ha gozado de democracia en los últimos treinta y tres años. Pero, la enorme
influencia que las fuerzas conservadoras han continuado teniendo sobre el
estado español explica las grandes limitaciones existentes en nuestra democracia,
limitaciones que aparecen tanto en el sesgo conservador del sistema electoral,
como en el escaso desarrollo del estado del bienestar.
Los
datos hablan por sí solos. Resultado de la enorme influencia de los
conservadores en las esferas políticas (y también mediáticas), España continúa
teniendo el gasto público social como porcentaje del PIB más bajo de la UE-15
(el grupo de países de la UE de semejante nivel de desarrollo que España). Tal
porcentaje es el 22% en el caso de España, 24% en Portugal y 25% en Grecia. En
Suecia, donde las fuerzas progresistas han gobernado por mayores periodos de
tiempo, es casi el 30%. El promedio de la UE-15 es el 27%. Los recortes que el
gobierno de la Sra. Cospedal está haciendo reducirá incluso más este
porcentaje, manteniendo a España a la cola de la Europa social.
España
es también, junto con Grecia y Portugal, el país que tiene menos población
adulta trabajando en el sector público, incluyendo en los servicios del estado
del bienestar (tales como sanidad, educación, escuelas de infancia, servicios
domiciliarios, servicios sociales, entre otros). En España sólo uno de cada
diez adultos trabaja en el sector público, el porcentaje más bajo de la UE-15,
junto con Portugal y Grecia. En Suecia es uno de cada cuatro. Los recortes de
empleados públicos, gasto sanitario y educación dañarán todavía más los
escasamente dotados servicios públicos del estado del bienestar que atienden
predominantemente a las clases populares.
España,
de nuevo junto con Grecia y Portugal, tiene también los ingresos más bajos al
Estado de la UE-15. En España es el 32% del PIB, Suecia por el contrario tiene
el 54% del PIB. Los bajos ingresos al Estado se deben en gran parte al enorme
fraude fiscal que se concentra en las rentas superiores. Según los técnicos de
la Agencia Tributaria Española el 72% de todo el fraude fiscal lo realizan las
grandes fortunas, las grandes empresas que facturan más de 150 millones de
euros al año (que representan menos de un 0.12% de todas las empresas) y la
banca. El fraude fiscal, que también es enorme en Grecia y Portugal, se debe al
gran poder y complicidad que las fuerzas financieras y empresariales (más
próximas al partido conservador) han tenido en el Estado. En realidad, el ex
Presidente Aznar reconoció en su día que en España los ricos (cuya opción
política preferente es el PP) no pagaban impuestos, frase que dijo (y que no
estaba claro si lo hacía en tono de lamento o en tono de celebración) cuando
presidió España. El hecho es que durante su gobierno disminuyó el número de
inspectores de Hacienda y el fraude fiscal aumentó. Las reformas en la Agencia
Tributaria y nombramientos hechos por el gobierno Rajoy actual no son
esperanzadoras tampoco. Por cierto, el déficit de gasto público social de
España (que financia los servicios públicos del estado del bienestar) referente
al promedio de la UE-15 aumentó durante el periodo conservador 1996-2004.
Basándonos
en toda esta evidencia parecería razonable que la Sra. Cospedal fuera mucho más
cuidadosa en sus declaraciones de “patriotismo y amor a España”, pues al hacer
tal acusación a los sindicatos abrió una gran ventana de vulnerabilidades,
puesto que han sido las fuerzas conservadoras las que han dañado más a España.
Y continúan dañándola. La evidencia existente en la literatura científica es
que las políticas impuestas por el gobierno del PP (y digo impuestas al no
tener un mandato popular, puesto que no estaban en su programa electoral) están
dañando y dañarán todavía más a la población española. Políticas encaminadas a
reducir todavía más el gasto público y la protección social y a reducir los
salarios (el objetivo más importante de la reforma laboral), retrasarán todavía
más la recuperación económica, sumergiendo a España en una gran recesión, que
para muchos españoles es ya una gran Depresión. Hoy, la economía española está
en una gran recesión resultado del enorme endeudamiento de la población
española, (consecuencia, en gran parte, de la disminución de las rentas del trabajo)
y de la ausencia de crédito (como resultado de las actividades especulativas de
la banca). De ahí que el sector privado no pueda reactivarse, siendo el sector
público el que debiera estimular la economía. Los enormes recortes que está
realizando el PP provocarán la depresión de la economía española.
Cualquier
estudiante de política económica y políticas públicas (que no esté contaminado
por el dogma neoliberal dominante en los círculos económicos y financieros)
sabe que en momentos de recesión hay que aumentar, y no reducir, el gasto
público, que debe invertirse en crear empleo, lo opuesto a lo que el PP está
haciendo. Estas políticas están dañando enormemente a España. Y la evidencia de
que ello es así es contundente. Algunos lo estamos diciendo desde que la crisis
se inició. Y ahora ya comienza a decirse por muchos otros. Todos los recortes
que se han estado realizando no han servido para reavivar la economía española.
Era fácil predecir que esto ocurriría.
Es una muestra de ignorancia histórica y económica,
además de osadía política, que la Sra. Cospedal acuse a los sindicatos de dañar
a España. Han sido las fuerzas conservadoras representadas por la Sra. Cospedal
las que han dañado enormemente a España durante toda nuestra historia y que
fieles a esta tradición continúan ahora dañándola. Su falso patriotismo
confunde la defensa de intereses partidistas de los grupos que representan (la
banca, la gran patronal y las clases pudientes) con los intereses generales del
país. El pasado y el presente de España muestran que tales intereses no
coinciden. Son precisamente los sindicatos los que son auténticamente
patrióticos, y que a lo largo de su historia, tanto durante la clandestinidad
como durante la democracia, han luchado más para conseguir la libertad, la
democracia y la expansión del bienestar de nuestra población, y ahora,
coherentemente con esta historia, están luchando para impedir el desastre
económico al que las políticas del gobierno nos conducirán, políticas que se
están imponiendo para que los grupos financieros y empresariales, responsables
del enorme retraso de España, consigan aumentar sus beneficios alcanzando los
objetivos que siempre desearon y que hasta ahora no habían conseguido. Y
todo ello con la colaboración del partido de la Sra. Cospedal. Así, continúa la
historia de España.
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