Carlos Andrés
TALLER DE PERIODISMO
Pedro Taracena
DERECHO DE HUELGA
“Se reconoce el derecho a la
huelga de los trabajadores para la defensa de sus intereses. La ley que regule
el ejercicio de este derecho establecerá las garantías precisas para asegurar
el mantenimiento de los servicios esenciales de la comunidad”.
“En caso de conflictos económico-sociales hay
que esforzarse por encontrarles soluciones pacíficas. Aunque se ha de recurrir
siempre primero a un sincero diálogo entre las partes, sin embrago, en la
situación presente, la huelga puede seguir siendo medio necesario, aunque
extremo, para la defensa de los derechos y el logro de las aspiraciones justas
de los trabajadores. Búsquese, con todo, cuanto antes, caminos para negociar y
para reanudar el diálogo conciliatorio”.
Estos dos párrafos entrecomillados
corresponden, el primero a la Constitución Española. Artículo 28.2 y el segundo
al documento del concilio Vaticano II, Gaudium et spes. Constitución pastoral
sobre la Iglesia en el mundo actual. Artículo 68.
Patones Carlos Andrés
En un Estado aconfesional
como lo es España, no debería ser necesario evocar otros preceptos que no
fueran los artículos de la Constitución. Pero Rajoy y sus secuaces están
demostrando con su conducta perversa y agresiva contra los sindicatos y sus
reivindicaciones, que el Partido Popular está anclado en el nacionalcatolicismo
y mantiene un sólido pacto con fuerzas que tienen sus raíces en la nostálgica
evocación del franquismo. La Iglesia, la empresa-capital y la derecha.
Triunvirato que apoyó a Franco para derrocar la República. Esta realidad se
puede disfrazar de muchas maneras, pero no por eso vaya a ser menos verdad. Ante
la convocatoria de huelga general presentada por los sindicatos, las tres
fuerzas más reaccionarias de España, han mostrado sus cartas, sin tapujos. Para
el Gobierno la huelga es injusta e
innecesaria y además no sirve para nada. La persecución de los sindicalistas es
total: descalificaciones, desprestigio y atribuyéndoles una intención política
no reivindicativa de un derecho fundamental.
Los empresarios sin ningún disimulo piden que se legisle para despojar al derecho de huelga de todo efecto reivindicativo. Una nueva ley de huelga para suprimirla de hecho. La Iglesia que debería hacer suya la doctrina social que ella misma ha promulgado en documentos conciliares y encíclicas, han vetado que los cristianos de base, a través de sus organizaciones sindicales, reivindiquen los derechos de los trabajadores. Es preciso denunciar cuál es el propósito de estas fuerzas reaccionarias. Despojar de las leyes los derechos conseguidos por los ciudadanos con gobiernos de izquierdas; los gobiernos del PP no han reconocido derechos ni tampoco lo pretenden. Derechos civiles, sociales y laborales. Al este ritmo Rajoy en connivencia con el capital y la Iglesia, al final de la legislatura, habrá fosilizado el contenido de la Constitución Española.
Patones Carlos Andrés
Los empresarios sin ningún disimulo piden que se legisle para despojar al derecho de huelga de todo efecto reivindicativo. Una nueva ley de huelga para suprimirla de hecho. La Iglesia que debería hacer suya la doctrina social que ella misma ha promulgado en documentos conciliares y encíclicas, han vetado que los cristianos de base, a través de sus organizaciones sindicales, reivindiquen los derechos de los trabajadores. Es preciso denunciar cuál es el propósito de estas fuerzas reaccionarias. Despojar de las leyes los derechos conseguidos por los ciudadanos con gobiernos de izquierdas; los gobiernos del PP no han reconocido derechos ni tampoco lo pretenden. Derechos civiles, sociales y laborales. Al este ritmo Rajoy en connivencia con el capital y la Iglesia, al final de la legislatura, habrá fosilizado el contenido de la Constitución Española.
Patones Carlos Andrés
Pero aunque este triángulo
perverso es muy potente y embustero, no podrían conseguir sus logros si no
tuvieran una auténtica trama de todos los medios de comunicación rendidos a sus
pies. Todos, incluyendo los medios públicos y por supuesto RTVE. Que nadie se
escandalice. En la Transición española, no solamente todos los medios eran
antifranquistas, sino que no había un solo periodista que no se declarara
demócrata de toda la vida. Es más, hicieron una oposición denunciando la
lentitud del proceso de transición. Cuando este periodo concluyó, que algunos
historiadores lo sitúan con la sanción de la Constitución 1978 y otros cuando
se produce la primera alternancia en el poder en 1982. Cuando el socialismo
democrático se alzó con el poder absoluto por primera vez en la historia. Con
la izquierda en el Gobierno, el tándem o maridaje entre Felipe González (Gobierno)y Juan
Luis Cebrián (Grupo Prisa El País), lejos de ser positivo para la libertad de expresión, fue perverso
por la contaminación del Gobierno con el cuarto
poder. Ambas instituciones perdieron independencia y credibilidad.
Pasadas ya las mieles de la mal llamada modélica transición, la prensa ha sufrido una degeneración hacia el pensamiento único. Después de la experiencia del diario Público, la sociedad española ha quedado a merced de los voceros de la derecha, un auténtico régimen franquista incrustado en una democracia. Todos los tertulianos, de todos los medios, prensa, radio y televisión, pertenecen a los que han sufrido la amnesia de la Transición, o están claramente al servicio de medios financiados por intereses ajenos al derecho a la información y la libertad de expresión. En el caso de los tertulianos del ente público (RTVE), todos los espacios donde admiten comentaristas, justifican su presencia en virtud de la pluralidad política. Pero lo único que consiguen es ceder los espacios para que los otros medios adoctrinen en su línea. Han confundido la televisión pública con un órgano de representación, y no lo es.
Es el Consejo de Radio Televisión quien ha transportado a los platós de televisión el espectro político del Parlamento, pero como los periodistas sólo asumen postulados de la derecha, la izquierda sigue sin representación. Podría enumerar con nombre y apellidos estos tertulianos y en muchos casos seudoperiodistas, pero mencionaré dos de ellos. Una periodista de la Transición, anónima, aunque cualquier seguidor hoy de estos corros de comentaristas políticos, sería fácil de localizar e identificar. Si se pasara la moviola de entonces ella misma no se reconocería en las entrevistas y crónicas realizadas. Sobre todo si se comparara con sus intervenciones sobre el panorama de la actualidad. El otro ejemplo es el muevo ministro de Educación, Cultura y Deportes, José Ignacio Wert, ingeniero y seudoperiodista, tertuliano en televisión y comentarista político. Si en el pasado, después de escuchar sus puntos de vista y aportaciones, teóricamente sociológicos, me hubieran profetizado que llegaría a ser ministro de Rajoy, lo hubiera aceptado como un pronóstico cierto.
Si un telespectador tiene esta percepción de un sociólogo, es obvio que este impostor del periodismo, pretende adoctrinar desde su impostura. Es cierto y supone una buena noticia para la democracia, el constatar que este periodismo ya no sirve en la España actual. Las redes sociales están supliendo el vacio en esta profesión. Cada vez se desmorona más en manos de los propios periodistas, aquello de la primicia, la exclusiva, el titular impactante o la noticia de alcance. Basta con que los eventos se transmitan en directo para que no se necesiten intermediarios. Los medios acreditados en la rueda de prensa después del Consejo de Ministros de los viernes, y los seguidores de la actividad del Congreso y el Senado, lejos de trabajar como lo hico Luis Carandell Robuste (Barcelona 1929-2002), su trabajo está al servicio de los grupos mediáticos que les pagan. Además, su nivel cultural, profesional y documental es muy bajo y desfasado. Lejos de conocer la jerga o el vocabulario especializado de un evento, que todos la tienen, están bajando el nivel de las crónicas al idioma coloquial y se permiten el lujo de licencias y chascarrillos impropios de un buen periodista.
Patones Carlos Andrés
Pasadas ya las mieles de la mal llamada modélica transición, la prensa ha sufrido una degeneración hacia el pensamiento único. Después de la experiencia del diario Público, la sociedad española ha quedado a merced de los voceros de la derecha, un auténtico régimen franquista incrustado en una democracia. Todos los tertulianos, de todos los medios, prensa, radio y televisión, pertenecen a los que han sufrido la amnesia de la Transición, o están claramente al servicio de medios financiados por intereses ajenos al derecho a la información y la libertad de expresión. En el caso de los tertulianos del ente público (RTVE), todos los espacios donde admiten comentaristas, justifican su presencia en virtud de la pluralidad política. Pero lo único que consiguen es ceder los espacios para que los otros medios adoctrinen en su línea. Han confundido la televisión pública con un órgano de representación, y no lo es.
Patones Carlos Andrés
Es el Consejo de Radio Televisión quien ha transportado a los platós de televisión el espectro político del Parlamento, pero como los periodistas sólo asumen postulados de la derecha, la izquierda sigue sin representación. Podría enumerar con nombre y apellidos estos tertulianos y en muchos casos seudoperiodistas, pero mencionaré dos de ellos. Una periodista de la Transición, anónima, aunque cualquier seguidor hoy de estos corros de comentaristas políticos, sería fácil de localizar e identificar. Si se pasara la moviola de entonces ella misma no se reconocería en las entrevistas y crónicas realizadas. Sobre todo si se comparara con sus intervenciones sobre el panorama de la actualidad. El otro ejemplo es el muevo ministro de Educación, Cultura y Deportes, José Ignacio Wert, ingeniero y seudoperiodista, tertuliano en televisión y comentarista político. Si en el pasado, después de escuchar sus puntos de vista y aportaciones, teóricamente sociológicos, me hubieran profetizado que llegaría a ser ministro de Rajoy, lo hubiera aceptado como un pronóstico cierto.
Patones Carlos Andrés
Si un telespectador tiene esta percepción de un sociólogo, es obvio que este impostor del periodismo, pretende adoctrinar desde su impostura. Es cierto y supone una buena noticia para la democracia, el constatar que este periodismo ya no sirve en la España actual. Las redes sociales están supliendo el vacio en esta profesión. Cada vez se desmorona más en manos de los propios periodistas, aquello de la primicia, la exclusiva, el titular impactante o la noticia de alcance. Basta con que los eventos se transmitan en directo para que no se necesiten intermediarios. Los medios acreditados en la rueda de prensa después del Consejo de Ministros de los viernes, y los seguidores de la actividad del Congreso y el Senado, lejos de trabajar como lo hico Luis Carandell Robuste (Barcelona 1929-2002), su trabajo está al servicio de los grupos mediáticos que les pagan. Además, su nivel cultural, profesional y documental es muy bajo y desfasado. Lejos de conocer la jerga o el vocabulario especializado de un evento, que todos la tienen, están bajando el nivel de las crónicas al idioma coloquial y se permiten el lujo de licencias y chascarrillos impropios de un buen periodista.
Patones Carlos Andrés
En conclusión, es triste el
panorama socio-político de España: El Gobierno destruye futuro más que
construye. El Parlamento está marcado por el franquismo. La izquierda
progresista está dividida. Los empresarios son cicateros y sólo añoran los
tiempos de la burbuja inmobiliaria y piensan en neutralizar toda acción sindical. La Iglesia ansía afianzarse
en el nacionalcatolicismo para seguir con sus privilegios. Los bancos seguir
especulando y poniendo a buen recaudo sus capitales en paraísos fiscales. El
IBEX-35 propiciando que a la religión la llamen la bien pagá. Los corruptos salen ilesos de la ingeniería
económica que tienden como trampa a los jueces. Y por último, aunque la
justicia emana del pueblo y esto le confiere el derecho de crítica, el Consejo
del Poder Judicial, no le gusta que el pueblo señale con el dedo autos y sentencias
de jueces manifiestamente mejorables.
Como por ejemplo, el caso Gürtel y el saco Garzón. Malos tiempos se auguran
para el pueblo español. Con tanta virtud derrochada en sentido común y en hacer
las cosas como dios manda, algo huele a podrido en el reino de España.
Hasta aquí la colección Patones
Me ha sorprendido muy positivamente esta amalgama de imagen-verbo, esta mezcolanza de diferentes vocaciones. Perenne será mi gratitud por insertar unos retazos de mi pobre percepción en tu profundo razonamiento sobre temas que a todos nos interesan. Eterno reconocimiento por elegir mis instantáneas cuando, como todos saben, tu eres un gran fotógrafo. Envidio tu determinación y tu sabiduría para perforar continuamente en la perversa maquinación de los diferentes regidores; para rasgar las conciencias de las inmutables mentes de estómagos agradecidos. Creo que esta España nuestra, excesivamente sedentaria, empieza a despertar en gran medida gracias a eruditos como tú. Sí, anhelo esa disposición tuya para plasmar todo aquello que te duele en el alma, todo aquello digno de ser denunciado, todo aquello que simplemente huele mal, todo eso...
ResponderEliminarYo, soñaré asemejarme a ti mientras capto mis pequeñas imágenes y escondo la cabeza en mis bonitos paisajes.
Ya fantaseo en ser algún día tan sublime como tú.