Ampliación del CONGRESO DE LOS DIPUTADOS. Foto: Pedro Taracena
Por Pedro Taracena Gil
No es de extrañar que, si la
Constitución Española de 1978 se escribió bajo la tutela del Ejército, la
Iglesia y la oligarquía franquista, la ley electoral de la cual se debía dotar el nuevo Estado,
fuera también franquista. Más aún, las cortes franquistas fueron quienes diseñaron
la forma de votar en las primeras elecciones democráticas. En base a un decreto electoral de Adolfo Suarez, igual de frenquista que las cortes.
Las dos leyes más importantes
para la gobernanza del Reino de España iban a ser, como en cualquier estado democrático,
la Ley de los Prepuestos Generales. Es decir, gastos e ingresos del Estado. Y la
Ley Electoral que tradujera los votos en escaños. La participación popular en
cotas de poder.
La afirmación de que la LEY
ELECTORAL DE ESPAÑA ES DE ORIGEN FRANQUISTA, se basa en hechos objetivos. Los
Padres de la Constitución impusieron una representación proporcional en base a
dos conceptos, que de inocentes e ingenuos no tenían nada. Tomaron como piñón
fijo para echar andar, los 350 diputados, punto medio entre los 300 y 400
marcados como topes. Y establecieron la proporcionalidad en la Ley Electoral en base al Sistema de Víctor D’Hondt,
que penaliza a las minorías en aras de una más eficiente estabilidad política.
Lo que se ocultó en aquellos orígenes de la Transición y se siguió ocultando
hasta nuestros días, es que habría que impedir que el Partido Comunista de
España, alcanzara cotas de poder significativas. El bipartidismo imperante
hasta 2015 ha rechazado cualquier reforma electoral que les perjudicara. La
pretensión de que con otra alternativa España sería ingobernable, es una falacia.
La experiencia ha demostrado que las mayorías absolutas, o la suma de PP+PSOE
con porcentajes del 70 u 80%, es caer en el absolutismo. Y las políticas abusivas de los dos grandes partidos que nos llevaron a la reforma del artículo 135 de la Constitución. Los países donde
no se tiene miedo a la voz del pueblo, son más demócratas. Suiza y Gran Bretaña
con la práctica del referéndum, y EEUU y Francia, donde los dos grandes partidos,
mantienen políticas totalmente diferenciadas. En España el maridaje PP-PSOE, es
un peligro que perjudica al pueblo, en Madrid, en Bruselas y Estrasburgo. Cuando
votan las mismas políticas al dictado de los mercados.
LEY DE LA REFORMA POLÍTICA 1976
NORMAS ELECTORALES 1977
Ley Orgánica 2/2011, de 28 de enero, por la que se modifica la Ley Orgánica
5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General.
LEY BASADA EN EL SISTEMA D'HONDT
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