ESPERPENTO NACIONAL
EL CRISTO DE LA BUENA MUERTE
Esta puesta en escena corresponde a la España profunda, cutre y casposa. Es una ceremonia franquista, militarista, que consagra y perpetúa los valores de la sanguinaria dictadura. El maridaje Iglesia-Estado y la alianza trono- altar. Donde el Partido Popular y el Gobierno aprovechan baza para protagonizar su política de beatería y sacristía. Faltando el respeto a los sentimientos del pueblo andaluz. Pedro Taracena
ERRORES HISTÓRICOS DEL PARTIDO SOCIALISTA OBRERO ESPAÑOL
Por Pedro Taracena
Muchos militantes y simpatizantes del
PSOE hemos pasado demasiados años mirando hacia otro lado, ante los
errores políticos ocasionados por su obstinada alianza con los franquistas. Unas
veces para evitar un pronunciamiento militar, que al final no se evitó. Otras para no
soliviantar a la derecha nostálgica. Y siempre utilizando la escusa de
una involución inminente.
Desde 1978 año de la Constitución Española hasta
nuestros días, no seré yo quien determine hasta cuando debió de prolongarse
la tregua implícita otorgada a los franquistas. Pero quizás los líderes socialistas
sí sepan exactamente cuándo debían de haber dicho
¡basta! a las concesiones dadas a los cómplices necesarios de la dictadura.
Estos errores han persistido sucediéndose
en el tiempo y sus consecuencias han llegado hasta nuestros días. Es posible que la enumeración de estos errores por este orden un tanto aleatorio,
no se hayan producido en el mismo devenir cronológico. Pero vuelvo a insistir en que los responsables históricos de haberlos cometido o no haberlos evitados, sí que los ubicarían en su momento oportuno. Con la Constitución en la mano
y 35 años de vida democrática, las prevenciones de antaño ya no tienen ahora espíritu democrático. Como estos
errores son corregibles en un futuro, los denominaremos asignaturas pendientes:
- Denuncia de
los Acuerdos entre el Reino de España y la Santa Sede, que desde su concepción han sido contrarios a la
Constitución de 1978.
- Establecimiento
de una ley que condene la dictadura y que sea tipificado como delito hacer
apología del
franquismo. Como valor constitucional.
- Restaurar el
principio de Justicia Universal, mutilado con el acuerdo entre PP y PSOE,
para evitar perseguir los delitos de lesa humanidad y crímenes de guerra, de países como EEUU, China e Israel,
siempre que no esté implicado algún español.
- Sacar de la
Constitución la
limitación del
déficit público,
impuesto por Alemania cuando en este país no se ha llevado a cabo este precepto. Perder
soberanía en aras de
no ganar nada, es un atentado a nuestra Carta Magna y a los derechos de
los españoles.
- Abordar la
reforma de la ley electoral porque el sistema actual fue pactado para
reducir el acceso de los comunistas, concesión hecha en su día a los franquistas. La falacia de que este sistema
facilita la gobernabilidad ya no es válido.
- Que una ley
haga prometer o jurar al rey Juan Carlos I la Constitución de 1978, reniegue del franquismo y
condene la dictadura. Y que la monarquía constitucional reconozca que ostenta la misma
legitimidad que tuvo la República.
- Retomar el
tema de la ley de libertad religiosa conforme con la a confesionalidad del
Estado.
La derecha franquista ha demostrado
durante todo este periodo constitucional, que no está dispuesta a renunciar a todo aquello que considera
de su propiedad. España es de aquellos que
ganaron la guerra, implantaron la dictadura y administraron España como su botín de guerra. Nunca reconocerán que la República fue legítima como lo es la Constitución monárquica. La unidad
de España de tinte franquista es tan inamovible como lo es el
Credo de Nicea. El eslogan de ESPAÑA UNA GRANDE Y LIBRE ¡ARRIBA
ESPAÑA Y VIVA FRANCO!
Aunque guardan las apariencias con su máscara democrática, el espíritu lo mantienen vivo. El maridaje Iglesia-Estado y
la alianza trono-altar han quedado patente en esta legislatura, con leyes
dictadas desde las catedrales y las sacristías. Es preciso romper el paradigma que desde el asalto a la República mantienen la derecha y los obispos. El
paradigma que se inició con el golpe de
estado que se disfrazó de Santa Cruzada
de Liberación Nacional,
continuó con la implantación de un estado confesional perpetuándose hasta nuestros días el
nacionalcatolicismo. La derecha ha demostrado que puede gobernar bajo la máscara de la Constitución, decretando leyes con el espíritu del franquismo. La derecha y el mismo Rey mantienen un perverso
equilibrio entre la ausencia de condena de la dictadura y la aceptación de la Constitución.
Se obliga a “todos” los diputados que
juren o prometan nuestra Carta Magna, sin embargo el Rey en virtud de una
hipotética tradición ancestral, no
la puede jurar porque ya juro las leyes franquistas, y por lo visto un monarca
español no puede jurar dos veces… Solamente la izquierda y
el PSOE pueden romper este paradigma viciado desde su origen. La posible
pérdida de votos del PP, se puede escorar hacia UPYD por su ambigüedad y falsa
equidistancia entre la izquierda y la derecha. Por el otro extremo creciendo IU
puede estar albergando el desencanto socialista. El PSOE si sigue con esta
postura política tan pusilánime, puede quedar como minoría sin ningún significado político, lo cual no sería de extrañar. En su pecado
llevará la penitencia pero los paganos seremos los que les
dinos tradicionalmente nuestra confianza.
MARIDAJE IGLESIA ESTADO ALIANZA TRONO ALTAR
Por Pedro Taracena
El evento que ayer ha tenido lugar en el aeródromo de Cuatro Vientos de Madrid, ha sido un baño de multitudes en honor del jefe de los católicos. Un macro festival religioso en base a un planteamiento teológico plenamente escolástico fosilizado en la Edad Media. Donde se invitaba a reprimir los placeres y buscar la verdad en lo espiritual. Sin embargo esta doctrina que se caracteriza por la represión total del sexo, hoy ha vivido una explosión de sensualidad. Una multitud de jóvenes hirviendo sobre una inmensa brasa en las pistas candentes del aeropuerto militar, ha exteriorizado sus sensaciones de placer, de sacrificio, de alegría, de felicidad y también del amor. No pocas secuencias nos han alejado del evento religioso y místico, y nos han transportado a un concierto de música moderna, donde la juventud da rienda suelta a sus sentimientos. Imágenes bellas plenas de carga sensual y a veces no exentas de connotaciones eróticas e histéricas. El sexo es bueno y positivo.
Fotos publicadas en los diarios PÚBLICO Y EL PAÍS (20/08/2011)
LA ESPAÑA CATÓLICA APOSTÓLICA Y ROMANA
La vergüenza nacional
El espectáculo que los seguidores de Kiko Argüello, fundador del Camino Neocatecumenal, dieron en la plaza de Cibeles en Madrid, es un escándalo para los demócratas laicos. La asamblea mística se llevó a cabo con la complicidad de Gallardón, alcalde de Madrid, y la aquiescencia del Gobierno. La puesta en escena de este iluminado personaje obedece a la clara estrategia de hacer prevalecer en la España del siglo XXI, el nacionalcatolicismo que gozó de excelente salud con la dictadura de Franco. No obstante, la paranoia de Cuatro Vientos, la toma de Madrid por parte de los oriundos del mundo católico, no puede hacernos perder el norte y abandonar la idea de hacer un análisis del problema religioso. Problema aún sin resolver en nuestro país, a pesar de la Constitución de 1978. En una primera lectura es evidente observar que las fuerzas vivas de la católica España, no aceptan que nuestra sociedad haya perdió peso específico en lo relativo a la religión. La derecha heredera del franquismo y la Iglesia desean perpetuar una alianza que beneficie a ambas. Y la izquierda ha practicado un talante pusilánime cediendo terreno en detrimento del espíritu constitucional. No obstante, esta primera lectura no es suficiente para que los jóvenes del siglo XXI comprendan el porqué de estas exhibiciones medievales, en un contexto europeo laico y de progreso. El tejido social que ha nutrido estos encuentros mundiales de la juventud, de ninguna manera ha sido una representación de los más desfavorecidos. Más aún, quienes estaban a la cabeza de estas emotivas y fervorosas manifestaciones, eran los representantes del poder económico, eclesiástico, mediático y político. Los destinatarios de las Bienaventuranzas del siglo XXI no estaban en las JMJ.
Para mejor comprender los acontecimientos de Madrid, es menester analizar sus orígenes, aunque este planteamiento por diversos motivos a pocos nos interesa escudriñar. La puesta en escena de Cuatro Vientos, una mezcla de auto sacramental de Calderón y de esperpento de Valle Inclán, presentaba los mismos personajes que la tragedia que comenzó a escribirse en España en la fatídica tarde del 17 de julio de 1936. El estudio de los eslabones de esta funesta cadena, sólo interesa a las víctimas. Pero es preciso recordarla para luchar contra la amnesia que sólo beneficia a los verdugos y vencedores.
Efectivamente, aquel 17 de julio de 1936, un pronunciamiento militar planificó un genocidio para borrar del mapa toda huella de la República. Aquellos personajes que llevaron a cabo tan ignominiosa tragedia, representaban las mismas instituciones que brillaron con luz propio en los eventos de Madrid. Los franquistas que constituyeron un conglomerado de generales, falangistas, caciques y monárquicos, hoy representados de pleno derecho por el Partido Popular. Otro grupo de personajes imprescindibles en estos eventos, han sido los dignos representantes de las empresas del Ibex-35, financieros del evento. Empresas que han aprovechado la ocasión para hacer publicidad en la vestimenta de voluntarios y peregrinos. En el año 36 el capital apostó por financiar el enfrentamiento fratricida. Y desde el primer momento la Iglesia fue cómplice, tomando parte activa de aquel exterminio. Como premio gestionó la vida de los españoles como botín de guerra implantando el nacionalcatolicismo a través de un estado confesional. Como se puede constatar las mismas instituciones con los mismos personajes, actuaron en la dictadura y en la democracia. En el 36 los militares, la Iglesia, los falangistas (versión fascista de España), el capital y los caciques. Hoy estaban en el evento trasnochado la derecha franquista aglutinada en el Partido Popular, la Iglesia, el capital y el empresariado más recalcitrante. Todos constituyen la gran farsa de presentarse como demócratas y defensores de la Constitución. Sin dejar de mencionar que si bien el Rey, obviamente no participó en los execrables hechos del 36, su padre, sí se opuso a la República y hasta deseó luchar activamente contra ella.
Los medios públicos y privados, salvo honrosas excepciones, no han pasado de la mera noticia complaciente. Es natural que la prensa, radio y televisión, estén en línea de connivencia, porque son negocios y sus empleados están a su servicio. Es el cuarto poder. La libertad de expresión y el derecho a la información, son otra cuestión. Durante esta semana, desoladora para la democracia y la sociedad civil y laica, ninguna institución del Estado ha defendido el espíritu laico de la Constitución. Yo conozco muy bien la teología de Kiko Argüello, porque en los años sesenta fui de los suyos; recibiendo no pocas veces sus espavientos y abrazos, y ahora es capaz de paralizar una capital como Madrid firmando furtivos acuerdos de sacristía. Días antes yo había sido testigo de cómo una fila de policías de forma instantánea desenvainaban sus porras cual guerreros espadachines y apaleaban a un ciudadano, lejos de Sol cuando la cabecera de la manifestación laica aún no había llegado al metro de Sevilla. Mientras, los peregrinos extranjeros se enfrentaban a los laicos españoles, para defender a un monarca medieval, de un estado que no existe y que desea seguir dominado sus conciencias. Después de estos aciagos días para la libertad y el laicismo, algo huele a podrido en las cloacas del poder en la España católica y democrática.
Este espacio demuestra que el Partido Popular es la continuidad del franquismo. Del nacionalcatolicismo impuesto en España gracias al estado confesional, producto de la alianza de Franco con el Vaticano. Los mismo valores que ahora defienden los hijos de Fraga y Aznar, son los mismos que mantenía Franco y Fraga, durante su dictadura: