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INCITACIÓN AL ODIO


LA RECONCILIACIÓN PENDIENTE



EL RÉGIMEN DEL 78 CONSTITUYE UNA PERMANENTE
INCITACIÓN AL ODIO NACIONAL



LOS FRANQUISTAS DEL PARTIDO POPULAR GOBIERNO INCLUIDO INCITAN AL  ODIO DESDE LA SEDE DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



LA IGLESIA EN ESPAÑA ES CÓMPLICE DEL GENOCIDIO LLEVADO A CABO POR EL GENERAL FRANCO Y SUS SECUACES: EL DINERO, LA RELIGION Y EL EJÉRCITO 


DESDE 1936 HASTA NUESTROS DÍAS ESPAÑA SE HA CONSTITUIDO EN UNA SOCIEAD CAÍNICA. SÍ, DONDE CAÍN Y ABEL COHABITAN CON EL ODIO ENQUISTADO








Por Pedro Taracena

El Gobierno está muy preocupado por las conductas de la sociedad que incitan al odio. El odio es una emoción como lo es el amor. Si el amor y el odio no hacen daño a nadie no tiene porqué ser negativo o malo en sí mismo. El amor y el odio, no en pocas ocasiones cierran un mismo círculo vicioso. Tanto el odio como el amor no son ni bueno y malo si  no se proyectan para hacer el mal a los demás. Este planteamiento es válido sólo al margen de todo planteamiento religioso. El sentimiento de odio para la religión es pecado y para el mundo laico, si no causa  daño que sería un delito, el odio en sí mismo es una cualidad. Si alguien siente odio hacia una persona pero no le causa daño, el odio tampoco perjudica a quién lo siente como emoción legítima.





El Ejecutivo encuentra indicios de delito cuando observa conductas que incitan al odio. Sobre todo en el campo terrorista, racista, homófobo, proxeneta, pederastia y un lago etcétera. Es muy positivo que extreme su celo en estas amenazas que sufre nuestra sociedad. Donde cualquier apología puede incitar a cometer el delito contra colectivos más vulnerables. Pero el Gobierno no contempla qué hacer cuando aquello que incita al odio son, sus políticas, que causan crímenes legales en tiempo de paz, donde el ciudadano no ha creado ningún conflicto y sin embargo es víctima de él. El sistema jurídico y político no están pensados para que el pueblo se defienda de las agresiones de los políticos, teóricamente, servidores públicos…





Yo como ciudadano siento odio legítimo contra el Gobierno y se lo demostraré todos los días a través de mi manifiesta discrepancia y el derecho a la libertad de expresión. Considero que esta sensación de odio hacia el que me agrede, teniendo la obligación de protegerme, es saludable y psicológicamente terapéutico. ¿Venganza? Yo lo llamaría reparación o exigencia de devolución de los derechos sustraídos. El Código Penal tiene tipificados los delitos de incitación al odio, evidentemente causantes de daños graves. Pero para los crímenes legales en tiempos de paz, los políticos solamente responden cada cuatro años en las urnas. ¿No es una injusticia legal pero inmoral?





Sin duda toda la legislación que el Gobierno ha sido capaz de poner en marcha, contra el pueblo español al dictado de la Troika, supone una incitación al odio. Y es inevitable.

¿Qué sentimiento pueden tener los enfermos de hepatitis C, frente a la negación del medicamento prescrito por los facultativos?
¿Cómo llamaríamos al sentimiento que padecen familias enteras, desahuciadas  de sus viviendas de protección oficial vendidas a un fondo Buitre?
¿Puede estar el odio ausente de aquellas personas que ven cómo sus seres queridos se mueren por los recortes sanitarios?
¿Cómo reaccionar ante el hambre, el paro, el exilio de los jóvenes y los científicos?





Pues señores políticos, el pueblo español siente odio hacia vosotros, yo, el primero. Porque es un pueblo vivo y honrado. Vuestra inmoralidad pone en duda vuestra legitimidad para insultarnos con vuestras mentiras avaladas de embustes. No somos demagogos, ni populistas y mucho menos jilipollas.

Reportaje fotográfico: Pedro Taracena Gil

ENSAYO SOBRE EL ODIO

MOTIVOS PARA LA INCITACIÓN AL ODIO



Guia Turística por la España de Franco en el año 2015




EL FRANQUISMO QUE AÚN PERVIVE 1936-2017

¿Qué legitimidad tiene el Estado para juzgar y encarcelar a secesionistas cuando ha dejado impune el genocidio franqusita?

¿Qué legitimidad tiene el Rey de España cuando es el legado establecido durante la dictadura de un general golpista y criminal?

¿Qué legitimidad tiene la impuesta Unidad de España? Cuando en el testamento que dejó Franco al rey emérito Juan Carlos I, le encomendó el lema: ESPAÑA ES UNA GRANDE Y LIBRE.

Los hijos y nietos de aquellos que sufrimos la Guerra, la Dictadura y la Farsa de la Transición, actualmente, en el siglo XXI, no soportamos por más tiempo el corrupto Régimen del 78, y la Constitución tutelada por quienes han gobernado España como si de un botín de guerra se tratara: El Capital, el Oligopolio Energético (Fenosa), el Ejército, la Iglesia, los fascistas de Falange Española y los caciques de siempre. El franquismo en suma...


























Editor: Pedro Taracena Gil

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