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martes, 31 de marzo de 2020

LOS CRÍMENES LEGALES EN TIEMPOS DE PAZ




HEMEROTECA 2016
LOS CRÍMENES LEGALES EN TIEMPOS DE PAZ
Fecha de creación: 5 de septiembre de 2016
Por Pedro Taracena Gil
Como periodista no escribo para agradar al Gobierno, ni tampoco a los padres de la Santa Transición. Y mucho menos para adular a la corrompida clase política. Tampoco escribo para aplaudir a la prensa plagada de impostores del periodismo, voceros y boceras pagados y amordazados por los que ganaron la guerra, impusieron la dictadura y gestionaron la transición tutelada por los franquistas. Nacionalcatolicismo, fascismo falangista y los caciques nacionales y nacionalistas. Que han prostituido la palabra patria y nación y pretenden imponer la Constitución hecha a la medida del testamento de un genocida llamado Francisco Franco, que dice que: ESPAÑA ES UNA GRANDE Y LIBRE.
Es posible que alguien se escandalice porque utilizo la palabra crimen sin que la haya escrito un juez en una sentencia. Pero la RAE me lo permite y sobre todo la DECLARACION UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS. No obstante he traído a mi memoria la doctrina emanada de la Iglesia Católica, donde el cinismo y la hipocresía, hacen una interpretación acomodada de la implicación legal en los crímenes relacionados con el Quinto Mandamiento que escuetamente dice: No matarás. Éxodo, 20.13.
Es lícito matar bajo tres supuestos: En defensa propia. En guerra justa y como verdugo. Y así se aplica bajo la moral encofrada en los códigos de los hombres. Una ley ha de ser legal, justa y legítima. La política que la Unión Europea está llevando a cabo con los refugiados, es legal pero su legalidad provoca crímenes de lesa humanidad. Luego sus promotores son reo de crímenes execrables. Cuando los estados estableces resolver los conflictos acudiendo al subterfugio de la cobertura legal de la ONU, están cometiendo crímenes legales pero crímenes reales, porque jamás habrá guerra justa mientras caiga asesinada una sola persona inocente. Y en tercer lugar tenemos el sarcasmo en la acción de los verdugos, que ejecutan las órdenes legales, aunque sean injustas. Ejemplo de ello los crímenes legales por activa o por pasiva, cometidos contra los desahuciados con resultado de suicidio.
En el lustro del Gobierno popular, gobierno de corte despótico y absolutista, ha desarrollado una política al dictado de los mercados, que ha provocado crímenes por doquier. Crímenes legales por supuesto, pero crímenes con resultado de daños de todo tipo y de muerte. Tres han sido sus principales crímenes:
1º Han convertido al PP en una presunta organización criminal, asociación ilícita, falsedad contable, tráfico de influencias, blanqueo de capitales, delito electoral y delitos contra la Hacienda Pública. Esta presunción de inocencia ha quedado ratificada por sentencia firme de la Justicia, cuando se actualiza este trabajado en marzo 2020.
2º Rajoy, sus secuaces y caciques de todo tipo, están implicados en una generalizada trama de casos de corrupción. Ellos lo niegan y sostienen esta gran mentira con embustes de forma continuada. La dimisión de Rajoy y sus principales cuadros debía de haber sido fulminante hace mucho tiempo. No es de sentido común que no hayan sido procesados “todos” los que están reseñados en los papeles de Bárcenas.  Los documentos han sido considerados como auténticos en su totalidad. Quizás con el dinero robado por la corrupción, España no alcanzaría el récord de desigualdad.
3º El Gobierno de Rajoy ha sido el lacayo de los mercados, de la Troika y de la innombrable cancillera del imperio germano. Pero los recortes en Educación, Sanidad, Dependencia, Investigación y Derechos Sociales, han ocasionado crímenes contra el pueblo, y crímenes con resultado de muerte. Sobre todo en el caso de la  negación de los medicamentos necesarios.
Es evidente que estos crímenes no han sido denunciados suficientemente por una prensa libre e independiente. Porque en España la prensa está para agradar a la Santa Transición. Impostores del periodismo más elemental.

El Partido Popular no puede seguir gobernando porque es una organización embustera, mafiosa y ladrona. Y sus votantes dejan mucho que desear porque eran conscientes de que votar PP era votar corrupción. A pesar de las Musas del PP. Los Voceros del Régimen del 78 y los Boceras del Reino.


LOS CRÍMENES LEGALES COMETIDOS POR LOS RECORTES


lunes, 23 de marzo de 2020

EL REVERENDO PADRE AMANCIO ORTEGA EL BENEFACTOR DEL PUEBLO



Podemos insiste en la crítica a Amancio Ortega: dona para "eludir ciertas responsabilidades"

La coportavoz del Consejo de Coordinación de Podemos, Noelia Vera, ha señalado este jueves el fundador de Inditex, Amancio Ortega, realiza donaciones a la sanidad pública para "eludir ciertas responsabilidades", tales como la explotación laboral en determinados países. En una entrevista en Telecinco, recogida por Europa Press, Vera ha mantenido que la postura defendida durante la campaña electoral de criticar las donaciones a la sanidad publica de Ortega ha supuesto que se abra un "debate necesario" y es que los servicios públicos se defienden y se dotan de presupuesto desde las instituciones y desde el Congreso de los Diputados, y no pueden depender de la "bondad" de multimillonarios. Además, ha declinado discutir con el líder de Podemos en Denia quien reprochó las palabras de Iglesias sobre Ortega y le invitó a que "se callara la puta boca", y ha reivindicado que era un debate que había que abrir. 

Leer más: https://www.europapress.es/nacional/noticia-podemos-insiste-critica-amancio-ortega-dona-eludir-ciertas-responsabilidades-20190530121521.html

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AMANCIO ORTEGA EL LIMOSNERO


AMANCIO ORTEGA 

Editor: Pedro Taracena Gil
Periodista


lunes, 16 de marzo de 2020

LA DECENCIA DEL REY EMÉRITO


TÍTULO II

De la Corona

Artículo 56

1. El Rey es el Jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia, arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones, asume la más alta representación del Estado español en las relaciones internacionales, especialmente con las naciones de su comunidad histórica, y ejerce las funciones que le atribuyen expresamente la Constitución y las leyes.

2. Su título es el de Rey de España y podrá utilizar los demás que correspondan a la Corona.

3. La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad. Sus actos estarán siempre refrendados en la forma establecida en el artículo 64, careciendo de validez sin dicho refrendo, salvo lo dispuesto en el artículo 65, 2.


REFLEXIONANDO EN VOZ ALTA SOBRE LA DECENCIA DEL REY EMÉRITO

Publicado el 24 de agosto de 2017

Revisado el 16 de junio de 2019

Por Pedro Taracena Gil

Sí, ya lo sé que es una falta de respeto insinuar que Juan Carlos I no tuviera decencia. El artífice del paso de la dictadura a la democracia, es considerado por muchos españoles como el salvador de la Patria, instaurador de la modélica Transición y, sobre todo, un héroe nacional después del 23-F. No obstante, sus orígenes no fueron muy honorables. El primer Gobierno de Su Majestad, con los escombros y desperdicios del franquismo, se ocupó de cumplir la voluntad del que fue Caudillo de España por la Gracia de Dios. Es decir, instauró la monarquía en la persona de uno de los miembros de la Casa de Borbón, designación que el difunto general golpista y sanguinario, dejó atado y bien atado. Sería ingenuo pensar que el general Franco es el invicto generalísimo “hacedor de reyes”. Fue el capital March y la Oligarquía que aún tiene el poder en España, quien tuvo como misión derribar la República para implantar la monarquía, producto de un genocidio.




Juan March

Es verdad que la persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad, según dice el artículo 56 de la Constitución. Y se han encargado los lacayos y aduladores para que, no solamente queden refrendados los actos oficiales inherentes a su alta dignidad, sino que se han valido de subterfugios legales para que la inviolabilidad acoja a las fechorías que pudiera cometer a título personal. Todos los españoles somos conocedores de cómo el Parlamento blindó toda posibilidad para que no se le pudiera llevar ante la Justicia bajo ningún concepto.
La figura del Rey encarna dos instituciones: la Jefatura del Estado y la Corona. El Jefe de Estado es el Rey, pero la institución monárquica va más lejos. La Corona acoge en su seno a la Familia Real. Es decir, los monarcas reinantes y sus descendientes, poseedores de los derechos dinásticos. Tanto hijos como hermanos del Rey. La institución monárquica es anacrónica y en el caso español lo es mucho más. Porque la lógica del último tercio del siglo XX, aconsejaba una evolución hacia un régimen republicano; careciendo de méritos para su instauración, la propia familia de los Borbones. Dicha familia apoyó el golpe que derribó la República, y como premio el general Franco, prometió el Trono de España al nieto de Alfonso XIII, precisamente destronado por la República, legítima y legalmente democrática. Para completar la dignidad y el rango de un Rey, es preciso llegar a los orígenes de la monarquía. En España sucedió con la conversión de Recaredo, nuestro primer rey católico. El poder del Rey es de origen divino. Es fácil encontrar la alianza Trono Altar en todos los reinos cristianos. En España sin disimulo esta alianza está vigente por tradición del nacionalcatolicismo. Mucho más evidente se contempla en el maridaje Iglesia Estado.
Por tanto, en la monarquía española, el Rey no es un ente aislado del resto de su familia. La Reina consorte y sus hijos, el Príncipe o Princesa de Asturias y las infantas, constituyen la Familia Real como institución. Todos y cada uno de los miembros están obligados a llevar una conducta ética y moral ejemplares. Juan Carlos I si únicamente hubiere sido jefe del Estado, su conducta personal como ciudadano, cónyuge o padre, no tendría relevancia, pero al ser miembro de una familia que es consustancial a la Corona, la más alta institución del Estado, sus fechorías y escarceos amorosos no pasan desapercibidos ante el pueblo. Amén de frecuentar amistades poco ejemplarizantes y viajes por los cuales tuvo que pedir públicamente disculpas. Los devaneos de Juan Carlos I, han sido silenciados por una corte de aduladores y caciques rancios y trasnochados. La perversa y farisea Transición ha traído consigo la impunidad del genocidio franquista, cuya amnistía sumió al pueblo en una amnesia histórica. El bipartidismo, las derechas nacionalistas y la prensa, auténtica impostora del periodismo, han silenciado la conducta de un Rey que hacía honor a sus predecesores en el Trono de España. El Rey disfruta de una inviolabilidad absoluta. Aunque algunos de los miembros de su familia, sí hayan rendido cuentas ante la justicia.  El telón de La Gran Farsa de la Transición, está próximo a su fin. En una República el presidente está sometido al imperio de la Ley a nivel personal. Sus circunstancias familiares o amicales nada tienen que ver con la Jefatura del Estado.
Los políticos que hicieron la Transición son cómplices de que el Rey de España pueda llegar a ser un indecente… Y que nadie se engañe, la reconciliación de las dos Españas es una mentira, apuntalada por embustes. Nunca hubo voluntad de que la Historia la cuenten, también, los vencidos… Las víctimas… Los reos inocentes… Los hijos y nietos de los asesinados por el franquismo…







jueves, 5 de marzo de 2020

EL TRIBUNAL DE CUENTAS NEPOTISMO FRANQUISMO CORRUPCIÓN



nepotismo

Del lat. nepos, -ōtis 'sobrino', 'descendiente' e -ismo.

1. m. Desmedida preferencia que algunos dan a sus parientes para las concesiones o empleos públicos.
EL TRIBUNAL DE CUENTAS, AHORA CONTRA EL PROCÉS

TANTO MONTA MONTA TANTO LOS BORBONES COMO LOS FRANCO


580 FOTOGRAFÍAS

EL ÁLBUM DE FAMILIA

LA GALERÍA DEL GENOCIDIO


































































































































































































































































































































































































































































































































































































Editor: Pedro Taracena Gil
Periodista