Páginas

PASIÓN Y MUERTE DEL DIARIO PÚBLICO 24 DE FEBRERO DE 2012


 ADIÓS EDICIÓN IMPRESA BIENVENIDA VERSIÓN DIGITAL

Por Pedro Taracena Gil





Los medios de comunicación privados y públicos están en manos de los Hijos de la Santa Transición. Son entes privados o públicos, con personalidad jurídica (grupos financieros o imperios editoriales), y personas físicas con nombres y apellidos (periodistas o seudoperiodistas). Son los medios que en el periodo inmediato a la coronación de Juan Carlos I, se declaraban antifranquistas y demócratas de toda la vida. Fueron los voceros del reino y escribientes que dieron fe del pacto constitucional y del consenso al margen de la Constitución de 1978, que los políticos franquistas impusieron a los que no lo eran. Con perversa sutileza y fuera del texto de la Carta Magna, les amordazaron amedrentándoles de que cualquier exceso democrático podía traer otro enfrentamiento fratricida. Los franquistas de entonces, con la chaqueta de demócratas son los mismos de ahora, es decir, el Partido Popular, herederos en línea sucesoria legítima: Franco, Fraga, Aznar y Rajoy. Y los demócratas que entonces formaron una amalgama de gente venida del exilio, de la cárcel y de la clandestinidad, aceptaron de forma implícita no escrita el pacto de la vergüenza. Que consistió en obviar los crímenes de la dictadura. Dejando en la más vergonzosa impunidad el periodo más sanguinario y prolongado de la Europa del siglo XX. Los temas relativos al Rey y la Corona, a Franco y su dictadura, así como el rastro de honores, homenajes y símbolos conmemorativos, no pueden ser tocados sin violar el sagrado consenso. Palabra ignorada hasta entonces por los españoles. Pero después de los  años de vida constitucional, España está homologada con la Declaración Universal de los Derechos Humanos y con la Corte Penal Internacional. No obstante, el querer forzar el texto constitucional para que el genocidio franquista siga en la impunidad, es perverso e insostenible. Aunque el Rey y el PP condenaran, como es su obligación ética y moral, la Constitución seguiría más erguida, si cabe que nunca, en su legitimidad. 
En estos días Rajoy y sus secuaces están más anclados en el franquismo que nunca. En sus dos vertientes más genuinas: el nacionalcatolicismo y el nacional sindicalismo. Han sido capaces de incrustar el espíritu de Franco en una democracia y como consecuencia el PP ha fosilizado la Constitución. Y ante las derechas: empresarios, bancos y caciques, unidas cual piña como siempre, están las izquierdas: dispersas, desunidas y con tímidos guiños a los sindicatos. Y lo más grave todavía, con la mordaza puesta por la Santa Transición; asumiendo la discreción de los temas tabú. Ante este panorama nadie defiende al pueblo y la verdad. Sólo PÚBLICO ha sido y es capaz de escribir sobre los temas tabú. Es natural que no haya capital que financie una china en su zapato. El resto de los medios tienen garantizada su financiación. Me gustaría que todas y cada una de las freses de esta presentación, fueran desmentidas.  Documentadas como falsedades. Replicadas por la derecha por calumniosas y protestadas por la izquierda demostrando su no complicidad.




DESAPARICIÓN DEL DIARIO PÚBLICO



Autor: Pedro Taracena Gil

Medio: PÚBLICO

Réquiem por un periódico de izquierdas

Por desgracia para los demócratas hemos asistido a la desaparición de la versión impresa de PÚBLICO. España se ha quedado sin medios de comunicación progresistas. Aquellos grupos mediáticos como por  ejemplo, PRISA, una vez esfumados los efluvios del espejismo de la mal llamada modélica Transición, se han alineados al pensamiento único europeo. El Partido Popular no tiene oposición mediática. El franquismo se proyecta sobre la sociedad española en todas sus expresiones más genuinas del nacionalcatolicismo. La opción de izquierdas está secuestrada. Todos los medios existentes en España están financiados por grupos que sustentan el adoctrinamiento del neoliberalismo económico, y los intereses de los empresarios herederos del más rancio caciquismo. Aunque los periódicos no se vendan en los kioskos, los grupos de presión garantizan el soporte financiero para el proselitismo de sus políticas.

GALERÍA DE IMÁGENES

Por Alon Albergu




 


No hay comentarios:

Publicar un comentario