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sábado, 19 de septiembre de 2015

RAJOY, EL EMBUSTERO FRANQUISTA


“Como Dios manda y con sentido común…”
 
Por Pedro Taracena





Es mi deseo hacer uso de mi derecho a la libertad de expresión, limitada por la Ley Mordaza, y sobre todo porque lo que yo denuncio hoy lo debía de haber denunciado el PSOE desde siempre. El pacto constitucional fue una farsa para dejar impune un genocidio. La falacia de que había que ceder ante los franquistas por temor a una involución, tuvo su vigor hasta el fin de la Transición, que se sitúa con la dimisión de Adolfo Suárez, no para la eternidad.
Franco y sus secuaces derribaron la República, provocaron la guerra civil e impusieron una dictadura. Los franquistas desde la Transición hasta nuestros días siguen gestionando su victoria como si España fuera su botín de guerra. Siempre que su mayoría absoluta les permite convertirla en un poder absolutista. El franquismo ha quedado impune y hacer alarde de él o cualquier forma de apología, lejos de ser un delito, está tolerada y bien vista. El PSOE permanece mudo, no sabe o no contesta. Los socialistas toman  parte quieran o no de La Casta, donde conviven con el franquismo.
La Historia ya ha colocado a Franco y sus seguidores en el lugar de los dictadores,  y el tiempo comprendido entre 1936 a 1975, como un periodo negro para España y de vergüenza nacional para los españoles. Llamar franquista a Rajoy o a cualquiera de sus secuaces del PP, puede molestarles porque saben que es algo negativo y peyorativo, pero aunque yo les quiera insultar con ese epíteto, ellos no me pueden condenar porque legalmente ser franquista es inocuo. Durante estos cuatro años hemos gozado de un legítimo y legal Gobierno Franquista. Fosilizando la Constitución y demostrando que se puede gobernar con el espíritu franquista, a través de los resquicios dejados adrede en la Constitución escrita y tutelada por el Ejército, la Iglesia, y los herederos legítimos de Franco. Emulando a Suarez que declaró que podía gobernar con la Ley de la Reforma Política sin abrir un periodo constituyente. El PSOE sigue preso de los perversos pactos del bipartidismo y no se atreve a llamar al Gobierno por su legítimo nombre de franquista.
A los españoles que vivimos la dictadura no nos puede engañar el PSOE y mucho menos el PP. El Gobierno ha llevado a cabo políticas criminales cual lacayo de  Merkel, perdiendo la soberanía y la dignidad nacional. Rajoy ha creado un gabinete al dictado de la ideología franquista: El nacional-catolicismo, escribiendo un currículum escolar al dictado de los obispos. También ha despojado a los trabajadores de los derechos laborales y sociales y ha servido en bandeja una situación de esclavitud al empresariado y a los bancos. Para completar el crimen político, el Gobierno ha resucitado el espíritu del Tribunal de Orden Público del franquismo, a través de la Ley Mordaza quebrantando la Constitución.
Es un Ejecutivo donde los ministros no solamente han parecido ser franquistas es que son genuinos franquistas. No olvidemos que el fundador de los franquistas del PP fue un  ministro muy significativo de la dictadura. Rajoy ha logrado de hecho consumar la alianza Iglesia-Estado y el maridaje Trono-Altar. Todos ellos han demostrado con creces estar revestidos del perfil franquista, pero Defensa, Interior, Educación, Trabajo, Sanidad e Industria, aprueban cum laude. Sin omitir que la gran virtud de estos franquistas ha sido y es, la mentira apuntalada de embustes.
Este es el último gobierno franquista que sufriremos en España. Los que pertenecimos a La Casta y ahora renegamos de ella, de igual forma que los jóvenes populistas, extremistas, radicales, comunistas, chavistas, castristas, bolcheviques… No toleramos más ladrones y hacedores de crímenes legales contra nuestro pueblo.

lunes, 14 de septiembre de 2015

CARLES FRANCINO, YO TAMBIÉN ESTOY HARTO



ENTREVISTA A RAÜL ROMEVA EN LA BBC

“Bayard, el caballo de los débiles”.

Pineda Navajas Antonio T.

CARLES FRANCINO



“Necesito un desahogo, necesito contarles algo muy personal y apelo a su paciencia y a su comprensión para poder hacerlo. Imagino que muchos de ustedes habrán visto, o al menos les sonará, aquella película protagonizada por Bill Murray, película fantástica por cierto... que se titulaba "Atrapado en el tiempo". La historia de un periodista gruñón, un cascarrabias... condenado a revivir cada mañana el día de la marmota, esa tradición que tienen en Estados Unidos de que un animalito pronostique cómo será el invierno. Bueno, pues he de confesarles, sinceramente... y sé que es un tema muy serio... que yo tengo hoy la misma sensación -o muy parecida- con la Diada de Catalunya, con las cosas que se dicen en Catalunya, con las que se dicen fuera,... y... ahí va el desahogo: estoy harto.


Harto además de sentirme escrutado en todas partes. Cuando estoy en Madrid por unas cosas, cuando estoy en Catalunya por otras. Unos me consideran -y me lo han dicho, me lo dijo la otra noche un exministro- "independentista radical". ¡Tócate el pie! Otros me ven como "españolista", como un catalán poco auténtico. ¡Vaya usted a saber por qué! Esto ya me lo decían algunos cuando trabajaba en TV3. Y al final yo... creo que como otros muchos me veo casi como en tierra de nadie... miro el panorama, pero me resisto a ser encuadrado en uno de los bandos. No por ninguna falsa equidistancia sino porque no me da la gana, porque es que además puedo encontrar argumentos con los que estar de acuerdo en todas partes. Y eso debería ser una ventaja, no un inconveniente.


Sin embargo, lo que no encuentro es una respuesta política a este atolladero, alguna vía inteligente para canalizar emociones, sentimientos, aspiraciones... Nada. Y por eso estoy harto; harto y cabreado. Y me apunto a algo que decía el escritor Javier Cercas hace casi un año: "Vamos hacia un cataclismo, el cataclismo puede evitarse. Pero la verdad -y hago mía la frase- la verdad es que no estoy seguro de no haberme puesto a escribir sólo para que, dentro de 20 0 30 años cuando mi hijo me pregunte por qué no paramos un desastre que estarán pagando ellos, yo al menos pueda enseñarle este artículo". O en mi caso pasarle esta grabación por la que ya ahora mismo algunos me estarán poniendo a parir en las redes sociales. Es lo que hay”. 


PEDRO TARACENA




Estoy de acuerdo con Carles Francino, pero me apetece aportar un pensamiento mío, también, para que mis hijos y nietos puedan conocer  en qué consistió el debacle que ellos padecerán. Además es mi deseo aportar mi punto de vista por la experiencia vivida de la dictadura en Madrid y haber vivido la muerte del dictador y la transición en Barcelona. También frecuentaba el País Vasco mientras en Burgos se celebraba el Consejo de Guerra que enjuiciaba a los etarras.




El conflicto catalán se trató de canalizar y encajar en la Constitución de la República Española  en su Título Primero y posteriormente en el Congreso de los Diputados. El Golpe de Estado provocó la Guerra Civil y la dictadura, criminal como todas las dictaduras, hasta la muerte de Franco. La Transición del régimen despótico a la democracia, sin condenar el genocidio franquista y la persecución del nacionalismo vivo en Catalunya y Euskadi, dejó impune los delitos cometidos por el general traidor, golpista y criminal y sus lacayos; acallando la posible involución que podría producirse si no se escribía la Constitución al dictado de los militares, los obispos, los caciques y los franquista en activo. Los demócratas venidos de las cárceles, del exilio y de la clandestinidad, vendieron su derecho a condenar los delitos de lesa humanidad por el plato de lentejas y las migajas de poder, que les permitieron los franquistas a cambio.




El status quo creado por la Transición ha llegado hasta nuestros días. El franquismo enquistado en el Partido Popular, el bipartidismo y las derechas periféricas, han constituido La Casta. Es decir, el Régimen del 78: nocivo, perverso, corrompido y cómplice del consenso hipócrita y fratricida. Es obvio que nadie niega el progreso y avance de España, pero ha sido tan frágil que su propia corrupción le ha hecho zozobrar.  Las consecuencias del status quo mencionado es la reconciliación aún pendiente del pueblo español. Mejor dicho los ciudadanos que viven en el forzado Reino de España. Con este bagaje y en este marco de ilegitimidad legal y moral  llegamos al 27 se septiembre de 2015. 




Ninguno de los partidos contaminados con el Régimen del 78 está capacitado para aportar ninguna solución creíble. Aunque la sensatez nos dice que es preciso abandonar el dogmatismo de la Constitución Española, invalidada por la realidad del siglo XXI. Hay que analizar en profundidad los valores Nación, Patria, Bandera, Himno Nacional, Unidad Nacional, Lengua Materna, Costumbres y Cultura. Son magnitudes que pertenecen al universo de las emociones, imposible de establecer en un marco jurídico, legal o legítimo. Que de alguna manera están al servicio del viejo lema: Dios, Patria y Rey.




Constitución de la República Española 1931:

Artículo 1º España es una República democrática de trabajadores de toda clase, que se organiza en régimen de Libertad y de Justicia.

Constitución Española 1978:

PREÁMBULO

La Nación española, deseando establecer la justicia, la libertad y la seguridad y promover el bien de cuantos la integran, en uso de su soberanía proclama su voluntad de:
Artículo 1

España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad,  la justicia, la igualdad y el pluralismo político.




Las nuevas formaciones políticas estás hirviendo en otro cultivo de valores, tales como: República, en el sentido clásico del térmico. Democracia Real, es decir, “el gobierno del pueblo para el pueblo”, pero no cada cuatro años, sino todos los días. Libertad e Igualdad entre mujeres y hombres, grandes y pequeños. Una reforma constitucional desterrando de la actual Constitución todas las perversiones franquistas que han logrado fosilizarla. Aunando esfuerzos para confederarse no solamente con los pueblos de España sino con Europa.
Nosotros, los habitantes de este país debemos convertirnos en el motor legítimo, legal, social, moral y democrático de Europa, y desbancar a los caciques que han convertido al continente en la Europa de los mercaderes. Y lo que es más grave, la mayoría de los gobiernos de la Unión Europea, no voy a llamarles “lameculos”, pero sí lacayos de quien se cree la nueva Carlomagno, cuando es el excremento de Bayard, su caballo…




ENTREVISTA A RAÜL ROMEVA EN LA BBC


sábado, 12 de septiembre de 2015

LA BEATERÍA HIPÓCRITA FRANQUISTA DEL PARTIDO POPULAR


HEMEROTECA PP





“Otra cosa es si se casan fantaseando con Venezuela”, 
precisa Rajoy


El matrimonio entre el vicesecretario sectorial del Partido Popular, Javier Maroto, y su pareja desde hace diecinueve años, José Manuel Rodriguez, es “absolutamente decente, preciosa y muy viril”, según el comunicado oficial emitido por la directiva de Génova.
Al parecer, el recurso que presentó en su día el PP ante el Tribunal Constitucional, para oponerse al matrimonio homosexual legalizado por el PSOE, se refería exclusivamente a las bodas entre gays antipatriotas, ateos, intelectuales, científicos, dramaturgos, cineastas, escritores o que no estuviesen afiliados al Partido Popular.
En ese sentido, la boda de Javier Maroto podría considerarse un caso similar al reciente viaje de los ministros de Exteriores, Industria y Fomento a Irán, un hecho que hubiera sido absolutamente reprobable si los representantes españoles no hubieran llevado un escapulario de San Vicente Mártir oculto en la ropa interior y a España en el centro del corazón, justo al lado de la válvula mitral.
El propio Mariano Rajoy sostiene, además, que los escasos homosexuales que existen en el partido del Gobierno son casi diez veces más varoniles que los gays convencionales o de otras formaciones políticas, y que podrían fracturarle la nariz a un gay vulgar sin necesidad de quitarse la chaqueta. “El mes pasado me dio la mano Maroto y todavía tengo problemas para usar mi estilográfica”, ha bromeado el presidente. Más en Rokambol