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miércoles, 5 de diciembre de 2012

EL FRANQUISMO QUE NO CESA


Por Pedro Taracena Gil

¡Caigan las máscaras del gobierno fascista!

“DE AQUELLOS POLVOS VIENEN ESTOS LODOS”



EL GOBIERNO FRANQUISTA 

Sí, es preciso usar un vocabulario apropiado y que signifique lo que es. El franquismo es la versión española del fascismo europeo. Se basa en el nacionalcatolicismo y en el nacionalsindicalismo. El primero consuma el maridaje Iglesia Estado y la eterna alianza trono-altar. El segundo establece que dentro del partido único, haya un único sindicado controlado por el poder y así se anula toda reivindicación obrera.


 ESPAÑA UNA GRANDE Y LIBRE

En teoría y guardando las formas legales y legítimas, la Constitución Española ha homologado a España con la Declaración Universal de los Derechos Humanos promulgada en 1948, y por tanto la política del Gobierno no solamente es inconstitucional, sino contraria a los principios establecidos  en la mencionada declaración. ¿Cómo es posible que después de tres décadas los españoles retrocedan a la época dictatorial? La pregunta no es difícil de responder, sobre todo para los españoles que fuimos testigos y víctimas de los desmanes del franquismo y de sus secuaces. Ante la situación trágica en la cual nos encontramos, hay que levantar la voz y denunciar no sólo los crímenes que se están cometiendo contra los ciudadanos que vivimos ahora en España, sino contra aquellos que tuvieron la responsabilidad histórica y que en su día eludieron.


 CONSTITUCIONAL ESPAÑOLA

La Transición y los políticos que la hicieron creyeron ser capaces de establecer un equilibrio estable entra la dictadura y la democracia. Capaz de conseguir la reconciliación entre todos los españoles. Reconciliación entre los vencedores y vencidos, verdugos y víctimas, fascistas y demócratas, franquistas y republicanos. Una falacia. La gran mentira de la Transición es haber establecido una equidistancia perversa entre los unos y los otros. ¡Y todavía se le sigue llamando transición modélica con vocación de exportar la experiencia! Que nadie caiga en la trampa, con los escombros y cascotes de un edificio en ruinas, no se puede construir uno nuevo…


 REPÚBLICA ESPAÑOLA

Pero es preciso llegar al fondo de las responsabilidades que pudieron evitar que se cumpliera el refrán español. “DE AQUELLOS POLVOS VIENEN ESTOS LODOS”. ¡Basta de hipocresía y de mentiras! Cada uno de los responsables históricos que se proyectan hasta nuestros días tiene nombre y apellidos: El primero, el Rey de España, que si bien se engancho al carro de la Transición porque le garantizaba el trono, una vez pasado el peligro de involución, debía y aún debe, yo como español así se lo exijo, condenar de forma explícita la dictadura del general Franco. Es vivir en la mentira y en la incongruencia, ser Rey de España y no condenar al que fue verdugo mayor de los españoles durante treinta y nueve años. ¿Quién se beneficia de este dislate? Pues el Partido popular heredero legítimo del franquismo. En segundo lugar, son responsables los llamados Padres de la Constitución, sobre todo aquellos que no procedían del franquismo. En algún momento deberían de haber condenado la dictadura  porque la Constitución restableció el orden constitucional y el Estado de Derecho, quebrado por el Caudillo que lo fue de España por la Gracia de Dios. ¿Quien se ha beneficiado de esta omisión? Sin duda los neofranquistas que  ven en ello un espaldarazo a su ideología compatible con la Carta Magna.



MONARQUÍA CONSTITUCIONAL

Y por último, avanzando en la cadena histórica, brillan con luz propia las responsabilidades de los gobiernos socialistas de Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero. Además de responsables son cómplices de mantener amordazada la verdad con el consenso de la Transición. Las asignaturas pendientes de antaño, nos están haciendo padecer el franquismo de hogaño. Estas asignaturas, incomprensiblemente, están inmersas en el currículum de la Constitución Española de 1978: 1.- Condena expresa de la dictadura porque fue  el régimen que interrumpió la legitimidad republicana y como consecuencia estaría penada  la apología del genocidio franquista. 2.- Denuncia de los Acuerdos de la Santa Sede con el Reino de España, por inconstitucionales y hacer de España un estado aconfesional. De esta forma el nacionalcatolicismo ya no tendría ninguna razón de ser. 3.- Establecer un tratamiento a la Iglesia como cualquier otra confesión, sin privilegios. La enseñanza concertada con dinero de los impuestos quedaría al margen de la religión. De esta forma los obispos no podrían presionar al Gobierno de España para legislar atendiendo sus mandatos. En materia de familia y educación sexual y otros asuntos que la Iglesia contempla como negativos y considera pecado y para la Constitución son derechos. 




EL DICTADOR FRANCISCO FRANCO HACEDOR DE REYES
JUAN CARLOS I REY DE ESPAÑA POR VOLUNTAD DEL PUEBLO

No hace falta ser muy avezado en política para observar la desviación del gobierno de los populares hacia el pasado franquista, del cual nunca reniega  y tampoco ocultan su admiración. La crisis es el gran pretexto para implantar cada día con menos disimulo su ideología franquista, mezcla del fascismo europeo españolizado por Falange Española en los años treinta, y el nacionalcatolicismo alianza de Franco con el Vaticano para emprender la Santa Cruzada contra los comunistas, ateos, judíos y masones. El plan de liquidación del Estado de Bienestar (Sanidad, Educación y Dependencia), los derechos sociales y la implantación real de hecho de una dictadura represora y franquista bajo la cobertura constitucional, no queda resquicio para albergar ninguna duda.

 No obstante el Gobierno tiene muchos cómplices: los corruptos, la patronal, la Iglesia, los bancos, los caciques, los medios de comunicación y por desgracia la Unión Europea, los mercados especuladores y los usureros cometedores de nuevos crímenes contra los ciudadanos. El franquismo también está infiltrado en las otras instituciones del estado. Esta es la identificación de los verdugos del pueblo español, unos por acción y otros por omisión. Los indignados del 15-M tomaron las calles y plazas y ya son millones los que no tienen intención de abandonarlas. Ante este fascismo que nos inunda solo nos queda la insumisión, porque el dictador lo dejó todo atado y bien atado. Es la hora de discernir entre lo legal y lo justo, lo que son ajustes económicos y la ideología política aplicada con saña revanchista.


DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS



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