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sábado, 7 de noviembre de 2015

LOS INDIGNADOS Y LA UNIDAD NACIONAL



DE INDIGNADOS A PROTAGONISTAS 

Por Pedro Taracena Gil



Quizás se nos haya olvidado que antes de que una parte nada despreciable del pueblo de Madrid ocupara la Puerta de Sol, el Gobierno de Zapatero nos había sumido en la desesperanza más absoluta. Ocultó la amenazante carta que le enviaron de Europa, traicionó al pueblo y  reformó la Constitución, con la complicidad de los franquistas del Partido Popular. Entregándose en cuerpo y alma a los mercaderes europeos. 


Giuseppe Pellizza del Volpedo

No era la primera vez que el PSOE y el PP se unían para hacer sus fechorías bipartidistas exclusivas y excluyentes contra sus conciudadanos. Recordemos la mutilación de la Justicia Universal, su negativa para evitar el escándalo de los desahucios y los pactos perversos que unos y otros han mantenido con los nacionalistas vascos y catalanes, para evitar que las izquierdas tomaran parcelas de poder significativas. No olvidemos que la ley electoral se hizo para que el Partido Comunista de España nunca llegara al poder. Para acabar la faena sobre el ruedo ibérico, llegaron al Gobierno los franquistas del Partido Popular y provocaron más indigencia todavía en la sociedad española. Inauguraron la modalidad de leyes que provocaban auténticos crímenes legales. De dudosa legitimidad y por supuesto  injustos, recortando derechos constitucionales.




El Movimiento 15-M gritó a los cuatro vientos la indignación ciudadana y reivindicó  democracia real ya. ¡Sí, podemos! Fue su lema. Aquella desolación nos ha traído un crisol de formaciones políticas emergentes y los partidos tradicionales están sufriendo una reestructuración inevitable. Las formaciones clásicas han reaccionado etiquetando a los venidos del 15-M como populismo. Vocablo que no saben explicar porque la Real Academia Española no lo recoge en su diccionario. Las nuevas fuerzas políticas que se presentan a las elecciones, califican como La Casta a todos los políticos que, pretendieron pero no  consiguieron, una transición democrática y antifranquista. La falta de democracia es motivada porque la Constitución fue tutelada por el Ejército, la Iglesia y los caciques franquistas venidos de la dictadura. Y franquista porque el nuevo régimen jamás ha condenado el genocidio del Caudillo de España, que lo fue por la Gracia de Dios. Ningún Gobierno de la democracia ha condenado la dictadura y lo más vergonzoso, el Rey emérito no juró la Constitución y tampoco condenó el franquismo. 




Las fuerzas tradicionales anhelan llegar a la Arcadia Feliz situada en el centro político. Lugar al que nunca se llega. La centralidad es la palabra acuñada por las formaciones llamadas constitucionalistas.  Es la gran falacia como el regreso épico y mítico a Ítaca, donde nunca se llega. En España existió un centro. La UCD (Unión del Centro Democrático). Que por mucho que evolucionó hacia Unión del Centro Democrático y Social, se desintegró víctima de su propia mentira. Porque eran franquistas conversos. El PP está condenado a desintegrarse o a condenar el franquismo y refundirse...
 

Al margen de los sobrenombres que cada formación se etiquete, el espectro político en la España actual es simple:
Extrema derecha: Falange y Vox, poco o nada significativas.
Derecha: Partido Popular (Franquismo. Nacionalcatolicismo).
Derecha: Ciudadanos (Derecha liberal en lo económico con resquicios franquistas).
Derecha: Unión Progreso y Democracia (Equidistancia imposible).
Centralidad: PSOE, PP, CIUDADANOS y UPyD. Huyendo de su propia identidad… Falacia.
Izquierda: Partido Socialista Obrero Español (Socialdemocracia fiel a la Troica).
Izquierda: PODEMOS.
Izquierda: Izquierda Unida.
Izquierda: Mareas, Asambleas de Ciudadanos…
Izquierda: Opciones republicanas.
El 20 de diciembre se producirá la expulsión del poder ejecutivo al último Gobierno franquista. Ya nada será igual…

LA GRAN FARSA

Por Pedro Taracena Gil



Quién es Rajoy para decirme a mí, si me siento español o ruso. El franquismo fue el responsable de imponer en el preámbulo de la Constitución: "La Nación española…" Es mentira porque no todos los residentes en España y mucho menos las comunidades históricas, tiene el sentimiento de pertenecer a la misma nación. Sin embargo, en el artículo 1 escriben los franquistas: "España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho…"


Los cabeza de lista de todos los partidos concurrentes, menos el PP, son gente de la nueva generación. Los franquistas les achacan falta de experiencia y ellos responden que la experiencia de la Transición no les sirve. Los medios de comunicación han sido sorprendidos porque toman parte, también, de La Casta y les ha cogido esta renovación con el paso cambiado.
Con el caso de Catalunya, no llegará la sangre al río y se reconducirá hacia un periodo constituyente, donde los franquistas quedarían en minoría. Aunque el riesgo de aplastar la iniciativa catalana con todos los medios legales, con la aquiescencia de PP, PSOE y C’s, no se puede descartar. El revanchismo del Gobierno y sus secuaces celosos, exclusivamente, de ciertos artículos de la Constitución, sigue latente… El incumplimiento de la Ley ha sido la pauta de Rajoy y sus secuaces, voceros y otros cómplices por su silencio, como el PSOE.
Los medios de comunicación, así como La Casta de la Transición están haciendo lo imposible para cortar el paso de los catalanes en su derecho a decidir y a las fuerzas emergentes, porque les molesta sobremanera que luchen por resolver los problemas en su raíz. No les interesa reconocer que cuando ellos les acusan de radicales es porque les molesta que otros lo hagan. 




El PSOE, PP y C’s son radicales, extremistas y empecinados con los temas de la Unidad de España, la única Nación Española y la negación del concepto Nación que tienen los catalanes y vascos. La veneración por la Patria, la Bandera Española, el Himno Nacional y el ultraje a los símbolos nacionales, son fanatismos que no resuelven la falta de democracia y la quiebra de los derechos constitucionales de los españoles
Todo esto es un fetichismo trasnochado y en muchos casos perverso. Hacer de todo esto un dogma más rígido que el Credo de Nicea, es evocar los viejos fantasmas del franquismo. Dios Patria y Rey. O España Una Grande y Libre.
Quién es Rajoy para decirme a mí, si me siento español o ruso. El franquismo fue el responsable de imponer en el preámbulo de la Constitución: La Nación española… Es mentira porque no todos los residentes en España y mucho menos las comunidades históricas, tiene el sentimiento de pertenecer a la misma nación. Sin embargo, en el artículo 1 escriben los franquistas: España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho…Aquí está la falacia elevada a legal y legítima. ¿España es una nación o un estado? Para los franquistas y padres de La Casta y de la Transición, les interesó dejar la Unidad de España como marcaba el testamento de Franco: “Atada y bien atada”.



La constitución de la II Repùblica se expresa en estos términos: España es una Repùblica democrática de trabajadores de toda clase, que se oraganiza en régimen de Libertad y de Justicia. La palabra nación no se menciona.


GUERNICA
PABLO PICASSO
 Hayedo de Zilbeti 

1 comentario:

  1. Como siempre Pedro completamente de acuerdo
    Saludos
    Tu gran amigo Catalán Jordi

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