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martes, 22 de marzo de 2016

LA TRANSICIÓN CONTRA PODEMOS


Por Pedro Taracena



"Como decíamos ayer..."

Hace dos años que irrumpe el Movimiento 15-M en la esfera política bajo el nombre de Podemos. Desde entonces los partidos tradicionales, el PP y el PSOE, han emprendido una lucha sin cuartel contra los nuevos advenedizos, con descalificaciones e insultos de todo tipo. Pero el bipartidismo está arropado por la Transición que enarbola la bandera de la unidad de España, contra la amenaza de quienes se proponen romper la patria. He aquí los dos bandos reconciliados bajo la farsa de la amnistía del genocidio franquista. Los crímenes de la dictadura han quedado impunes, y sus víctimas esparcidas en fosas por toda la geografía española. Había que poner coto a las pretensiones de Podemos. Y sin precedentes en España se ha abordado un frente común entre la izquierda, la derecha, los franquistas, el capital, la patronal, los obispos, algunos militares, los caciques y los corruptos, contra Podemos. Donde todos los medios de comunicación públicos y privados sirven de voceros muy activos.
Este frente es un conglomerado de todas las perversiones y vicios hispanos ensayados en la Transición. Supone un complot porque es una conspiración de carácter político, una confabulación de todos contra Podemos. Una auténtica trama con intriga incluida, aunque sin estructura declarada como es natural.
Es una confabulación porque ha estado plagada de fábulas que tenían que ver con países muy lejanos y con universidades muy próximas. Se ha emprendido sin duda un plan utilizando un periodismo ramplón y embustero, que tocante a la mentira utilizada como impostores del periodismo, tendría el ingrediente de confabulación ilícita. Porque el derecho a la información veraz está brillando  por su ausencia.
La espontaneidad en la cual todos asumen la misma estrategia, obedece casi a una operación militar pero con instituciones civiles. Una misma traza ideológica asegura una decisión óptima en cada momento y para cada persona a batir.
Este es el campo de minas sobre el cual Pedro Sánchez y Pablo Iglesias tienen que lidiar la gran tarde de toros hispana. Sin embargo aunque se resistan a descender al ruedo del pragmatismo, solamente tienen a su alcance el arma de la coalición. Es decir una unión transitoria de personas que encabezan grupos políticos con un interés determinado. En este caso el interés de la gente. El interés de  los españoles, al dictado de la voluntad del pueblo expresada en tres ocasiones en el Congreso de los Diputados. Sí, una primera ocasión el 20-D y dos veces seguidas rechazando la investidura de Pedro Sánchez y el pacto PSOE Ciudadanos.



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