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domingo, 17 de marzo de 2019

LA DIOSA CIBELES CUSTODIADA POR LA SEÑERA ESTELADA





EL DÍA EN EL CUAL LA CIBELES SE CUBRIÓ DE ESTELADAS

L'estaca
Lluís Llach

L'avi Siset em parlava
de bon matí al portal
mentre el Sol esperàvem
i els carros vèiem passar.

Siset que no veus l'estaca
a on estem tots lligats?
Si no podem desfer-nos-en
mai no podrem caminar!

Si estirem tots ella caurà
i molt de temps no pot durar,
segur que tomba,
tomba, tomba,
ben corcada deu ser ja.


Si tu l'estires fort per aquí,
i jo l'estiro fort per allà
segur que tomba,
tomba, tomba,
i ens podrem alliberar.

Però Siset fa molt temps ja,
les mans se'm van escorxant,
i quan la força se me'n va
ella és més ampla i més gran.
Ben cert sé que està podrida
però és que Siset pesa tant,
que a cops la força m'oblida.
Torna'm a dir el seu cant!

Lavi Siset ja no diu res,
mal vent que se l'emportà,
ell qui sap a quin indret
i jo a sota el portal.
I mentre passen els nous vailets
estiro el coll per cantar
el darrer cant que en Siset
el darrer que van ensenyar.




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La Estaca

El viejo Siset me hablaba
al amanecer, en el portal,
mientras esperábamos la salida del sol
y veíamos pasar los carros.
Siset: ¿No ves la estaca
a la que estamos todos atados?
Si no conseguimos liberarnos de ella
nunca podremos andar.
Si tiramos fuerte, la haremos caer.
Ya no puede durar mucho tiempo.
Seguro que cae, cae, cae,
pues debe estar ya bien podrida.
Si yo tiro fuerte por aquí
y tú tiras fuerte por allí,
seguro que cae, cae, cae,
y podremos liberarnos.
¡Pero, ha pasado tanto tiempo así !
Las manos se me están desollando,
y en cuanto abandono un instante,
se hace más gruesa y más grande.
Ya sé que está podrida,
pero es que, Siset , pesa tanto,
que a veces me abandonan las fuerzas.
Repíteme tu canción.
Si tiramos fuerte, la haremos caer.
Ya no puede durar mucho tiempo.
Seguro que cae, cae, cae,
pues debe estar ya bien podrida.
Si yo tiro fuerte por aquí
y tú tiras fuerte por allí,
seguro que cae, cae, cae,
y podremos liberarnos.
El viejo Siset ya no dice nada;
se lo llevó un mal viento.
- él sabe hacia donde -,
mientras yo continúo bajo el portal.
Y cuando pasan los nuevos muchachos,
alzo la voz para cantar
el último canto de Siset,
el último canto que él me enseñó.
Si tiramos fuerte, la haremos caer.
Ya no puede durar mucho tiempo.
Seguro que cae, cae, cae,
pues debe estar ya bien podrida.
Si yo tiro fuerte por aquí
y tú tiras fuerte por allí,
seguro que cae, cae, cae,
y podremos liberarnos.










Editor: Pedro Taracena Gil


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