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viernes, 12 de noviembre de 2021

LOS IMPOSTORES DEL PERIODISMO Ensayo en dos partes

 



IMPOSTORES DEL PERIODISMO

 Ensayo 1ª Parte

 PRELIMINAR: Artículo 20 de la Constitución Española de 1978

 https://app.congreso.es/consti/constitucion/indice/titulos/articulos.jsp?ini=20&tipo=2

 Por Pedro Taracena Gil

 Periodista

 Los ciudadanos que peinamos canas y nos encontramos en plenas facultades, contraemos la obligación ética de hacer un análisis de cómo se ha tratado la INFORMACIÓN, desde los años del franquismo y nacionalcatolicismo, hasta nuestros días. A lo largo y ancho de este ensayo se puede contemplar la contaminación que hay entre, la publicidad, la información y la propaganda. Que es tanto como decir que, por razones perversas, estos tres conceptos pueden entrar en conflicto cuando a su vez, se tergiversa de forma intencionada le legitimidad, la legalidad y la justicia. Estas magnitudes han sido cicateramente utilizadas para sostener una dictadura plena y una democracia incompleta.

Aunque nací en Madrid los 14 primeros años de mi existencia fueron vividos en un pueblo donde regía la Acción Católica, Falange Española, el Cura, la Guardia Civil, el Maestro y el Alcalde, nombrado éste último por el Gobernador de la Provincia. Conscientemente escribo estos nombres con mayúsculas porque fueron las instituciones utilizadas por la tiranía para masacrar a un pueblo. El franquismo y el nacionalcatolicismo en su plenitud.

Las noticias llegaban al pueblo a través de los primeros receptores de radio Clarion, Philips y Telefunken. Radio Nacional de España transmitía en exclusiva las noticias en los diarios hablados de las dos y media de la tarde y las diez de la noche. Estos noticiarios habían heredado el nombre de parte, de los partes diarios de la Guerra Civil.

La prensa escrita: Ya, Arriba, ABC, Pueblo, Informaciones y El Alcázar llegaba a los pocos suscriptores del pueblo. Los lunes no había prensa y salía La Hoja del Lunes, pero se quedaba en la capital y no llegaba a los pueblos.

Las emisoras de radio comerciales les estaba prohibido informar. Nadie podía hacer la competencia a RNE.

Ya en Madrid la situación de la información seguía igual que en el último pueblo de España. Los profesionales de la radio se llamaban locutores y nunca periodistas. El periodismo escrito se ejercía previo carnet de prensa. Cuando hizo su aparición Televisión Española con dos canales, los locutores de radio se convirtieron en bustos parlantes; luchando contra la inercia de no dejar espacios de silencio en TV, que son por naturaleza típicamente radiofónicos. Y no pocos periodistas de la prensa escrita se asomaron a los telediarios donde seguían teniendo la exclusividad de la información. Para completar el panorama informativo es preciso mencionar el famoso NODO Noticias y Documentales. Era un cortometraje de la actualidad de España y el extranjero, visto con los ojos del franquismo. La proyección de este reportaje era de obligado cumplimiento en todas las salas de cine de España, antes de la proyección de la película anunciada; incluyendo las salas de estreno y de sesión continua. Franco utilizó este documental para propagar las virtudes de Movimiento Nacional en todas las cancillerías que se lo permitieron.

Hasta aquí queda definido lo que no es información, pero sin embargo los ejemplos nos definen lo que sí es propaganda. En este caso propaganda en el interior y en el exterior.

La muerte del dictador trajo la llamada libertad de prensa y ya había multitud de emisoras de radio y canales de televisión. La Constitución Española nos marcaba el camino en su artículo 20 para ejercer el derecho a la libre información puntual y veraz. A los Medios de Conminación se les brindaba la oportunidad de discernir lo que era propaganda de lo que era información.

Avanzando en el tiempo siempre desde mi apreciación personal, los periodistas en general se han convertido en impostores del periodismo. ¿Por qué? Pues la clave está en ¿quién financia a los medios? Una arquitectura financiera muy compleja, pero bajo la apariencia de pluralidad todos los medios privados y de titularidad pública, sirven a una misma pluralidad. Es decir, sirven a una misma pluralidad que pertenece al mismo sistema que sostiene el RÉGIMEN DEL 78. Esta mayoría plural representa los intereses proporcionales a los 7 MAGNÍFICOS (Padres de la Constitución) que, de espaldas a sindicatos, intelectuales, estudiantes, empresarios y artistas, escribieron una constitución al servicio de los que habían dado el golpe del 36: Capital, Ejercito, Iglesia y Falange Española y de la JONS.

Los medios de Comunicación han ensalzado hasta el delirio la Santa Transición, sin atisbo de crítica a la Monarquía. Pasados los efectos de las mieles de la Transición, ahora nos encontramos que los Medios de Comunicación han contraído los vicios y perversiones que les han convertido en impostores del periodismo español de pleno derecho. Tres son estos vicios permanentes:

 1.       Dependencia absoluta de los poderes económicos y políticos. Ya no es el quiosco quien hace rentable el periódico. Quizás nunca lo fue.

2.       Corporativismo. ¿Quién critica a los periodistas? O mejor dicho, los medios se defienden y se encubren los unos a los otros. Nadie puede conocer los errores y defectos de los profesionales de la prensa española.

3.       La crítica y la autocrítica no habitan entre los periodistas españoles, ni tampoco hay esperanza de que estas conductas cambien.

 Es preciso insistir que no existe nada más que una sola pluralidad. La pluralidad albergada en la derecha, incluyendo en la derecha todo lo que viene llamándose constitucionalismo. El constitucionalismo fanático que tiene más de dogma que de derechos humanos. La prensa está amordazada desde siempre. Más aún, voluntariamente secuestrada al servicio del empresario y la banca.

 LOS APROVECHADOS DE ESTA PERVERSIÓN

 Esta impostura de la prensa integra a todos los Medios de Comunicación, que han creado unos hábitos de conducta, que es preciso renombrar y alejarlos del espíritu y la letra del artículo 20 de la Constitución Española.

En principio la pléyade o caterva de informadores que se llaman periodistas, constituyen unas modalidades, llamémoslas de periodismo de bajura:

Tertulianos, presentadores, entrevistadores y mesas de análisis, viene a ser los mismos porque son capaces de hablar de todo y sin saber de casi nada, o se llaman analistas porque les colocan en una mesa de análisis, sin saber lo que es un análisis de cualquier materia o especialización. Los temas políticos les entusiasman y sobre todo es donde se sienten alineados con el medio que les paga. Hay tertulias que tiene la costumbre de rotular el nombre del interviniente y el medio. Esta entrada ya informa al espectador de qué pie cojea su intervención. Si el canal de TV quiera vender la idea de libertad y neutralidad omite cualquier identificación, pero la imagen del individuo que toma parte de la misma caterva o pléyade, ya se la ha visto en otras pantallas porque su presencia es repetitiva y rotativa.

Otro capítulo de la desidia donde ha caído este gremio es la mezcla que hace de la información y la publicidad. Bustos parlantes que no periodistas de TV utilizan su imagen y el prestigio que se les presume porque un antepasado fuera un gran locutor o periodista del franquismo, lo aprovecha para anunciar todo producto alejado del periodismo. Hasta los presentadores y presentadoras del Tiempo interrumpen su información meteorológica para hacer publicidad. Es verdad que estos profesionales no son periodistas son actores publicitarios, pero entonces hay que llamar a las cosas por su nombre. Los espacios donde presuntamente ofrecen información hay que mirarlos con lupa.

 MANU MARLASCA

 JEFE DE INVESTIGACIÓN DE LA SEXTA

 EXPEDIENTE MARLASCA “HISTORIA DE MALOS”

 ¿INVESTIGADOR?

 Por Pedro Taracena Gil

 Periodista

 Ensayo 2ª Parte

 PRELIMINAL: Artículo 20 de la Constitución Española de 1978

 https://app.congreso.es/consti/constitucion/indice/titulos/articulos.jsp?ini=20&tipo=2

 Antes de analizar a este personaje, un mito forjado bajo el eslogan: “Más periodismo”, del ínclito Ferreras, es preciso mostrar las nuevas profesiones que han surgido dentro del espectro de los Medios Audiovisuales.

El origen de la presunta información periodística se urde en las redacciones de los periódicos que son los que escriben los guiones de una misma línea editorial. Los platós de las distintas televisiones ponen en antena las portadas de los principales periódicos impresos y digitales, a través de presentadores, tertulianos, bustos parlantes de los telediarios y comentaristas de todo y de nada… Los invitados a estas tertulias y mesas de análisis son personajes del universo neofranquista, repitiendo los mismos debates de la política soporte del REGÍMEN del 78. Pero nadie que cuestione la ilegitimidad del Rey o la impunidad del Genocidio Franquista, tiene un atril donde denunciar la rancia y caduca España. La pluralidad la tenemos que encontrar en Las Redes Sociales. Sin duda a través de estos nuevos canales de comunicación y de información, circula la mentira y la verdad igual que en los canales tradicionales. Con algunas salvedades: Son libres, se financian de forma privada, no hay corporativismo. Es más, hay una gran variedad de opciones de materias y se ejerce la crítica. Es obvio que no me he salido del respeto al artículo 20 de la Constitución. Las Redes Sociales como vehículo y protagonistas de divulgar la verdad, están obligados a respetar el derecho de los ciudadanos a la INFORMACIÓN.

Estos mismos actores que no periodistas, se prestan a interpretar anuncios publicitarios de todo tipo: pólizas de seguros, tecnología ligada a Internet, sanidad privada o productos de toda índole. Estos impostores de los verdaderos actores especialistas, siguen el guion que les marca la agencia de turno, con el mismo ímpetu de verdad, que las noticias que leen en el guion del telediario de turno. Con una diferencia que las noticias deben de ser verdaderas y la publicidad de cualquier producto lejos de decir la verdad, disimula sus defectos, o simplemente los ocultan. Otros impostores del periodismo son políticos militantes que pasan por periodistas, que más tarde aparecen en una lista de un partido en las elecciones al Congreso de los Diputados.  Los Medios de Comunicación al servicio de la INFORMACIÓN forman un CUARTO PODER, al servicio del espectro político que marca la oficialidad del RÉGIMEN del 78. Dicho de otro modo, los adoradores del Becerro de Oro que para ellos es la Carta Magna, la consideran un credo dogmático más que un ágora de libertad, independencia y democracia. Este RÉGIMEN está financiado por el mismo capital que dio el Golpe de Estado del 36, financió la Guerra Civil, con la ayuda del Nazismo y el Fascismo, apoyó la Dictadura y tuteló la Transición. Ahora la Patronal, la Banca y la Iglesia son intocables. Las otras pluralidades como los sindicatos, los intelectuales, la sanidad, la educación, los científicos, la juventud y los emprendedores, están fuera de la Constitución. Menciono pluralidades sociales, no exclusivamente políticas.



 Abordemos ahora el UNIVERSO MARLASCA

 Sin duda es un doble impostor de la INFORMACIÓN. Su sonrisa cómplice le hace menos creíble en su pretendida dualidad de periodista e investigador. Para llegar a esta conclusión es preciso analizar el camino recorrido desde la escena del crimen a la opinión pública. Este personaje se arroga el mérito de que su investigación lleva al espectador o televidente la verdad del delito, presuntamente cometido. Y su arrogancia le lleva a mantener que la información que sirve en bandeja de plata a LA SEXTA, es producto de su investigación. A esta información se le añade las coletillas del rancio periodismo de antaño: rapidez en la información y primicia exclusiva de la noticia. Se puede interpretar que el ínclito Marlasca es como: Juan Palomo, yo me lo guiso y yo me lo como. No obstante, los acontecimientos jurídicos y policiales, tienen sus propios cauces que les hace verosímiles. Es inconcebible que estos cauces estén reservados a una élite pseudo periodística. Más increíble si se trata de personalizar en un solo sujeto al servicio de un medio privado como es LA SEXTA. Es fácil constatar que cuando se produce un hecho criminal de cualquier índole, el cronista Marlasca ipso facto da puntual información en todos los foros abiertos de cualquier materia en su cadena.

Es más creíble pensar que Marlasca sea un, digamos infiltrado legal, que obtiene información de primera mano en cualquier momento del hecho acaecido. Y actualizando esta información a tiempo real para que solamente circule una verdad no contrastada y no oficial. Cuando la Policía desea tener informada a la sociedad, lo hace a través de una comunicación oficial, por escrito o celebrando una comparecencia ante periodistas con o sin preguntas. Esta situación anómala del investigador Marlasca presenta no pocos interrogantes:

 ¿Por qué el investigador Marlasca recibe en exclusiva la información que debería ser pública y oficial?

¿Por qué los demás medios no reclaman el mismo trato?

¿Esta cesión de información exclusiva a LA XESTA, es gratis o hay alguna transacción de cualquier índole?

¿Existe un pacto tácito para que LA SEXTA y MARLASCA no ejerzan la más mínima crítica sobre el comportamiento de los miembros de las Fuerzas de Seguridad?

¿LA SEXTA se ha convertido en la gran defensora de la Ley Mordaza?

 Quizás estas cuestiones tengan la respuesta en los tres vicios permanentes que se mencionan en la 1ª Parte de este ensayo.

Es evidente que el autor de este ensayo, mantiene su valoración, pero es mi propósito agitar el espíritu perezoso del español. Como sostenía Unamuno.

 

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