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viernes, 9 de enero de 2015

"MANDAR ES SERVIR"


Por Pedro Taracena




"Mandar es servir, y no habrá día en el que deje de recordar este principio"

Es curioso cómo la persona del Rey no solamente es inviolable por obra y gracia de la Constitución, sino que se considera casi sagrada e infalible ante La Casta: políticos y medios del régimen de 1978. Constitución que se escribió al dictado de los franquistas, militares, políticos antifranquistas y la Iglesia, según el testamento del dictador, A este ejercicio de anacronismo se le denominó Transición cum laude de modélica.




Felipe VI en un arrebato de aguerrido militar declara que: “Mandar es servir, y no habrá día en el que deje de recordar este principio". Con todos mis respetos hacia la Jefatura del Estado, no puedo estar de acuerdo con que  los verbos mandar y servir se yuxtapongan para establecer, nada más ni nada menos, que un principio político, ético o moral. Entendiendo como principio: “Base, origen, razón fundamental sobre la cual se procede discurriendo en cualquier materia”. Tampoco los vocablos mandar y servir tiene ninguna relación etimológica. Su significación es distinta por no decir contraria en algunas de sus acepciones. Es posible que el monarca lo utilizara como una metáfora o una figura literaria o poética, sin transcendencia pedagógica o ilustrativa.




Si el Rey de España al pronunciar estas palabras ante el Ejército del cual es Capitán General, albergó la intención de integrar a los militares en el pueblo al cual sirven, no estuvo muy acertado al evocar su educación militar y los valores de mando y servicio marcadamente castrenses. Ni el diccionario de la RAE ni la ciudadanía lo entienden. Sobre todo para los españoles que tuvimos la ocasión de realizar el Servicio Militar obligatorio, la impopular Mili, lo de mandar es servir nos suena como a un error en el uso del vocabulario o una falacia. Las virtudes castrenses cuando conjugan los verbos mandar y servir, si se meditan un poco, solamente se justifica su aceptación por la sumisión de obediencia debida de cortesanos aduladores. Bajo mi opinión es un mensaje anacrónico como lo es la monarquía que preside. Estos dos verbos no se conjugan juntos en democracia. La autoridad del que manda y los servidores públicos, tienen su base en los valores laicos, constitucionales o republicanos. No son virtudes morales aprendidas en la milicia.


jueves, 8 de enero de 2015

EL SENTIDO DEL HUMOR


Por Pedro Taracena Gil



“El hombre es un animal que ríe”. Son tantos personajes de la historia los que han abundando en variaciones sobre este tema, que no me atrevo a citar a nadie. De esta definición se desprende que la sonrisa en el ser humano, es factor que el sabio griego encontró como diferenciador. Más que el hecho biológico de reír, es más importante, aquello que lo provoca y sobre todo las prestaciones que obtenemos con la risa. El humor puede ser considerado como la expresión más genuina del hombre. El humor pone en positivo esta aptitud humana y la actitud ante las experiencias de la vida. El humor sería como conservar la niñez, aquello original, lo virgen, el paradigma integral y positivo del ser humano. Si el humor permaneciera y no nos abandonara, seguiríamos creciendo progresivamente en positivo. El comportamiento que se desarrolla a través de la vida, sin sentido del humor, provoca un crecimiento incompleto de sus cualidades. El sentido del humor en el nivel más primitivo, me atrevo a pensar que es congénito en el ser humano. La cultura y la sociedad pueden desarrollarlo, cultivarlo o ahogarlo... En la trayectoria humana, el humor colabora en la vida privada y social. La ausencia del sentido del humor, como la ausencia de cualquier otro sentido, es una carencia... El ser humano crece despojándose poco a poco del humor del niño, en la medida que la madurez trae de la mano al adolescente, al adulto y por último al longevo. Y sin darnos cuenta, el humor va quedando sustituido por cualidades o sentidos más serios, sensatos o responsables. 





No debería haber humoristas, solo in extremis... Cada humano tendría que ser un humorista, igual que somos habladores, oidores, degustadores... Los bufones de la corte, quizás también, sustituían en cierta medida las carencias de humor de los monarcas. Los humoristas son terapeutas que cubren nuestras limitaciones. Nuestras carencias. Los griegos crearon la tragedia y la comedia y las concibieron separadas. Pero en los procesos vitales esta división no se produce así. En la vida ni es todo trágico ni tampoco los episodios del hombre son todos cómicos. Sin embrago, el sentido del humor es más integrador. En no pocos diálogos de Don Quijote y Sancho se encuentran procesos vitales reales pero desarrollados de forma íntegra, es decir, narrados también con sentido del humor, aunque el contexto no sea cómico. Los géneros literarios no deberían ser sólo escritos producto de la imaginación, sino que la sátira, la ironía, el humor en suma, tendría que estar presente en los desarrollos de nuestros procesos vitales. Cualidades como el reír, el llorar, la tristeza o la alegría, así como la seriedad, la formalidad, deberían ser la expresión espontánea en el desarrollo del ser humano sin que hubiera que cultivar y mutilar o anular las otras. Todas participan en el proceso vital, no solamente personal, sino también colectivo. Cuando el ser humano alcance vivir con el sentido del humor desarrollado como el resto de los sentidos, la colectividad también habrá alcanzado la madurez, la recuperación de las carencias. Cuando la democracia daba los primeros pasos, el parlamento andaluz, suspendió una sesión plenaria porque un ataque de risa contagió de tal manera a los diputados que impidió proseguir su actividad. Hubiera sido interesante analizar cómo se sentían sus señorías después de que el presidente suspendió la sesión durante unos minutos. Porque la risa contagiosa, es cierto que sirvió de terapia liberadora de tensiones negativas... Los diputados se comportaron como los niños, que nunca debieron dejar de ser. 





Seguimos teniendo a través de los siglos una tendencia sostenida de no cultivar el sentido del humor. Sólo algunos lo poseen y cultivan. Es verdad que éstos son los más pragmáticos y más felices. Porque el sentido del humor es el camino que conduce al desarrollo del proceso vital de conformidad con uno mismo. El ser humano no debiera abandonar ninguna cualidad derivada de la utilización de todos los sentidos desde la niñez; conservando y desarrollando cuando convengan estas cualidades para la mejor relación entre los hombres. Sólo se justifica marginar el sentido del humor, cuando la carencia de éste entre otros aspectos carenciales, hayan provocado males mayores. Como agresiones al otro, las guerras, los conflictos sociales. Y esto a modo de paréntesis para analizar las causas y consecuencias de estas carencias en los procesos vitales. Si la humanidad hubiera cultivado esta facultad, no llegaríamos a situaciones reducidas casi a lo absurdo. Necesitamos que nos hagan reír con chistes o viñetas, con escenas que nos devuelvan la alegría, al menos por unos momentos. ¿Por qué hemos perdido la cualidad de percibir este humor cuando nosotros mismos somos los protagonistas de estas historias? ¡Nos hemos mutilado este sentido del humor! Sin sentido del humor apenas somos nada en positivo, todo es desolación... Los humoristas nos recuerdan nuestras carencias por no haber cultivado el sentido del humor. Por habernos dotado de una seriedad, una responsabilidad y una madurez que han dramatizado en suma nuestra vida. La inteligencia la hemos utilizado para cultivar campos serios y responsables pero no la hemos permitido trotar con la misma libertad por las áreas del humor, de la ironía, de la sátira, del desenfado, de la alegría, en una palabra, de lo integrador y positivo que tiene el ser humano. No obstante, no todo lo que hoy se comercializa como humor vendido por humoristas, está dotado de inteligencia, buen gusto y estética. Tampoco el desenfado desidioso, ofensivo y de conductas no solamente mal educadas, sino delictivas. El fenómeno de los espectáculos llamados basura, es nocivo para la sociedad y nada tienen que ver con el valor positivo del humor. 




Podríamos comparar al sentido del humor, como un círculo cromático, los siete colores del arco iris que giran delante de nuestro sol, del sol de cada persona. Este girar permanente a lo largo de nuestros días, los colores cambian porque el sol del amanecer es diferente al sol del ocaso. De este espectro emana nuestra jovialidad y nos hace hombres de buen humor. Nos proporciona una buena disposición para abordar cualquier hecho. Nos convierte en humoristas que con formas graciosas o irónicas nos permite enjuiciar los aspectos de la vida. Con la influencia de este espectro, los hombres se ven inmersos en un estado afectivo que se mantiene en el tiempo. Una alegría completa nos provoca estar de buen humor. Nos hace luchar contra el mal humor, contra la aversión a la alegría. Este círculo cromático nos trasmite energía positiva para vencer la ausencia del humor. Es decir, para no estar de humor de mil diablos. Para no estar de mal humor. Para derramar para siempre el humor de perros. Para no perturbar la paz, removiendo humores.





Y por último, la descomposición de la energía positiva al atravesar las potencias del humor, nos proporciona el seguir a una persona el humor, que es tanto como decir que el sentido del humor toma parte de la comunicación entre los hombres, como otro sentido más. Este círculo de energía se ve frenado en su girar y como consecuencia, se frena el desarrollo vital del humor. Es decir, que el niño que llevamos dentro, a medida que va creciendo, se entretiene en jugar con otros juegos más serios y pierde energía para hacer girara su arco iris. De esta forma observamos que hay adultos que sólo mantienen un humor negro o gris o sólo verde... A partir de aquí es fácil adivinar los estados carenciales en el humor de ciertos programas de televisión, que apenas nos provocan un gesto agrio. Soy partidario de cámaras ocultas asaltando al viandante de forma inteligente y con gran sentido del humor. Menos comedias de escaso buen gusto. Menos humor irrespetuoso con la dignidad human. Menos novatadas y por el contrario, más chistes inteligentes, más bromas cariñosas, más días 28 de diciembre sin petardos, más sesiones parlamentarias suspendidas por la risa. Estamos tan mal educados que nos sentimos más cómodos y tenemos más facultad para comunicar la tristeza que para celebrar la alegría. Es más sencillo crear un ambiente pesimista y hacernos las víctimas para que los demás nos quieran o nos reconozcan. Sin embargo, qué difícil es transmitir aspectos positivos de nuestro proceso vital y más aún crear un ambiente de humor, dicho de otro modo, comunicarse con sentido del humor.




Cuando a las secuencias de nuestro proceso vital se le arrebata el sentido del humor, no pocas vivencias quedan limitadas, anuladas... Si a la sexualidad se le priva de la facultad humana del gozo y del placer compartido, de lo positivo, de lo agradable, de lo jovial, del sentido del humor y por el contrario, se dramatiza y se la somete a la única finalidad de procreación, entonces aquí tenemos un proceso vital castrado, incompleto, carente... Porque la imposición de lo que se debe o no se debe hacer, ha ahogado el sentido del humor que surgía como un sentido corporal más. La orientación estoica de la vida es enemiga del humor. La tradición judeo-cristiana heredera de alguna forma de las doctrinas estoicas, niegan el placer y el gozo y como consecuencia niegan la facultad del humor. Quizás esta pequeña aportación mía sobre el sentido del humor, sea en sí misma, una pretensión... Y demuestra mi propia carencia del sentido del humor porque mi círculo cromático está girando muy lentamente. Demasiado freno a los aspectos aparentemente más importantes. Al final descubro que la pretensión de este comentario no es una pequeña aportación al sentido del humor, sino que supone la gran osadía de probar mi sentido del humor, pretendiendo que el lector evalúe el suyo propio.



Texto publicado en Madrid el 14 de enero de 2004

sábado, 3 de enero de 2015

EL FRANQUISMO POR LA GRACIA DEL PARTIDO POPULAR


(La gran farsa nacional)

Por Pedro Taracena






En España se están cometiendo crímenes legales en tiempos de paz. Es verdad que eso lo tendría que dictar un juez a expensas de la demanda de un fiscal, pero como eso no se contempla, mientras, como la justicia emana del pueblo y la aplican los jueces en nombre del Rey, pues, la sociedad que es sabia al discernir lo justo de lo que no lo es, tiene la libertad de expresión de llamar criminales a las conductas del Gobierno y a los servidores públicos que atentan contra la Carta Magna.





Ahora más que nunca hay que desenmascarar a La Casta. Si comparamos la derecha imperante en Europa, sobre todo en las democracias de nuestro entorno, podemos discernir de forma clara, a la derecha de la extrema derecha. Sin embargo en España la derecha tiene su origen en el fascismo de Falange Española, en la dictadura militarista de Franco y en el nacionalcatolicismo del estado confesional del Movimiento Nacional. De esta derecha fascista solo se puede derivar otra derecha neofascista, aunque se le viene denominado como centro-derecha. Entelequia y falacia que permite enmascarar la verdadera ideología del Partido Popular, situándose si tomamos una referencia europea, en el extremo antagónico al centro político. Que es tanto como decir que la derecha y la extrema derecha, van caminando unidos de forma granítica hacia el centro político como si de un viaje a Ítaca se tratara. A sabiendas que nunca lo alcanzarán. La asociación política que creara Fraga para imitar al Caudillo de España, que lo fue por la Gracia de Dios, se denominó Alianza Popular que luego mutaría para convertirse en el Partido Popular y que en la actualidad se alimenta y actualiza de FAES (Fundación para el análisis y los estudios sociales). Bajo la dirección del ínclito Aznar y le sigue como forzado acólito, el terco, parco y torpe Rajoy.





Hoy impera el franquismo en España  porque hubo un pacto perverso al margen de la democracia del pueblo, que se denominó Transición donde los políticos venidos del exilio, las cárceles y la clandestinidad, cedieron terreno al franquismo que fue quien tuteló, junto con los militares y la Iglesia el articulado de la Constitución de 1978. En aras de no sé qué posible involución se aceptó un mal menor que ahora nos invade y oprime. Por mucho que le pese a La Casta, el régimen de 1978 ha estado viciado desde su origen y ahora está corrompido sin posible remisión. Yo doy fe de ello porque fui uno de los convencidos de que la Transición era la única salida posible, y ahora somos muchos los españoles que vivimos durante la dictadura y estamos diciendo ¡Basta ya! Además la juventud que creció en democracia ya no comulga con este esperpento político y religioso.




El bipartidismo impuso las reglas del juego para alternase en la tiranía del poder. La legalidad que ellos mismo crearon no permite llevar a los tribunales a los políticos que violando la Constitución, puedan ser reos de culpa civil o criminal. Como mucho la fechoría se salda con una responsabilidad política sin ninguna consecuencia. La dimisión en España es una actitud inédita en democracia. Es lógico que La Casta esté temerosa de lo que le viene encima si el pueblo, la gente, la sociedad, toma el poder legítimo, legal y democrático. Es verdad que la izquierda ha sido la única que ha  legislado reconociendo derechos constitucionales, pero la derecha ha fosilizado literalmente la Constitución de 1978.






lunes, 22 de diciembre de 2014

EL FISCAL GENERAL DEL ESTADO VERSUS FISCAL GENERAL DEL GOBIERNO


Por Pedro Taracena

CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA ESPAÑOLA DE 1931





Artículo 97. El Presidente del Tribunal Supremo y el Fiscal General de la República estarán agregados, de modo permanente, con voz y voto, a la Comisión Parlamentaria de Justicia, sin que ello implique asiento en la Cámara.
Artículo 104. El Ministerio Fiscal velará por el exacto cumplimiento de las leyes y por el interés social.
Constituirá un solo Cuerpo y tendrá las mismas garantías de independencia que la Administración de Justicia.

CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA DE 1978





Artículo 124.
1. El Ministerio Fiscal, sin prejuicio de las funciones encomendadas a otros órganos, tiene por misión promover la acción de la justicia en defensa de la legalidad, de los derechos de los ciudadanos y del interés público tutelado por la ley, de oficio o a petición de los interesados, así como velar por la independencia de los Tribunales y procurar ante éstos la satisfacción del interés social.
Este artículo dispone de 4 apartados, en todos ellos se refuerza la legalidad e imparcialidad, pero el tercer apartado dice que: La ley regulará el estatuto orgánico del Ministerio Fiscal. Y aquí es donde al margen del espíritu constitucional, el Fiscal depende jerárquicamente del Gobierno.





Somos muy pocos los españoles que nos hemos leído las dos constituciones más próximas a nuestros días, seguro que si se las leyeran ahora los del PSOE se les caería la cara de vergüenza. El PP tiene bastante con saberse los Principios de Movimiento Nacional. El Ministerio Fiscal se engendró viciado y permitió convertir, al Fiscal General del Estado en el Fiscal General del Estado menos fiscal del Gobierno. Este juego de palabras delata la realidad de que el fiscal del Gobierno, es eso, propiedad del Gobierno, no que el fiscal pueda fiscalizar las acciones del Gobierno. Yo me confieso sin reparos que soy un lego en derecho, pero cuando la Constitución Española me dice en su artículo 117 que: La justicia emana del pueblo y se administra en nombre del Rey por Jueces y Magistrados integrados en el poder judicial, es evidente de que me otorga como ciudadano la capacidad para discernir lo que es justo de lo que no lo es. Y el sacar a la fiscalía del entorno del poder judicial, está claro que es una anomalía con tintes de injusticia, porque el Gobierno queda inmune de cualquier acusación que se salga de la naturaleza política.





Las reformas políticas, eufemismo de los recortes en derechos fundamentales, está causando verdaderos prejuicios con peligro de muerte a la ciudadanía. La negativa del Gobierno de proporcionar el medicamento que los facultativos determinan que hay que administrar para la curación de los enfermos graves de hepatitis, aludiendo que  no hay dinero, es un crimen. No hay tiempo para recurrir en amparo al Tribunal Constitucional, porque son muchos los que van a morir de forma inminente. Y el fiscal tampoco puede actuar contra el gobierno porque depende de él jerárquicamente. El Ministerio Fiscal tiene por misión promover la acción de la justicia en defensa de la legalidad, de los derechos de los ciudadanos y del interés público tutelado por la ley, de oficio o a petición de los interesados, pero no se contempla que actué contra el Gobierno el Fiscal General del Estado, que se reserva para otros ciudadanos, incluyendo la defensa de la infanta Cristina de Borbón. Recientemente los jueces han denunciado carencias de medios para administrar la justicia, pero la fiscalía ha permanecido al margen.





Si en vez de ser la Administración del Estado quien se niega a proporcionar el medicamento a los enfermos graves de hepatitis, fuere un ente privado, entonces sí podría actuar el Fiscal General del Estado. ¿No es éste un escándalo de dimensiones infrahumanas? El mutismo cómplice es total: oposición, jueces, fiscales, colegios de médicos, nadie. ¿Qué pasaría si se presentara  una denuncia por uno de estos colectivos contra el Gobierno, por violar el derecho a la vida, por negar la asistencia médica y por no permitir que los médicos obren en consecuencia guiados por su juramento hipocrático, en éste en todos los casos de mutilación de la sanidad pública y universal?
Si todos  incluyendo al Rey permanecen mudos ante este exterminio legal de los enfermos de hepatitis, algo o mucho, huele a podrido en el Reino de España.






miércoles, 17 de diciembre de 2014

EL DERECHO A LA INFORMACIÓN


Breve ensayo para la discrepancia

Por Pedro Taracena

Se reconoce y protege el derecho a comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de comunicación. Artículo 20 de la Constitución Española.



LA EDUCACIÓN PÚBLICA

¿De quién depende que se cumpla el derecho a la información? Por supuesto las autoridades del Estado que tienen la obligación de informar veraz y puntualmente como exigen la Constitución. Es evidente que la opacidad, el ocultismo y las medias verdades son las que alimentan la mentira en la cual se han instalado los servidores púbicos. La mentira, el embuste van unidos a la corrupción.



LA IGUALDAD

La información se puede tratar y divulgar de dos formas: Dando las noticias según la información que verdaderamente se disponga en el momento, o bien a través de los artículos de opinión o las editoriales de los medios. A partir de este momento son los periodistas, comentaristas y tertulianos los que se erigen en heraldos de las novedades, tratando de llevar el ascua a su sardina (manipular), o mejor dicho, a la sardina de quien les paga, y que en algunos casos muy bien remunerados. ¿Es posible servir a dos señores a la vez? Quizás, pero en este caso, no, porque uno de los señores es el poder económico y político, ambos confundidos en la misma tiranía contra el pueblo. El otro señor es el pueblo de quien emanan los tres poderes del Estado. En un extremo se sitúan los medios que necesitan del capital y el capital no tolera la crítica. Por ejemplo lo sucedido con el diario PÚBLICO. El capital firmó su partida de defunción cuando la crítica desbordó su tolerancia, precisamente cuando su tirada estaba en alza de forma permanente. En el centro están los profesionales, éstos se deben a sus jefes que son quienes les abonan todos los meses el sueldo y no deben de salirse del guión establecido. Ejemplo, todo el grupo PRISA tiene vetado hablar de la línea de negocio que mantiene con la prostitución a través de las páginas de EL PAIS. Y en el otro extremo está el poder. El poder económico y el poder político en España y quizás en Europa, también, convergen en la misma perversión porque el dinero impone su tiranía sobre la política.


LA HOMOFOBIA

Con este esquema de funcionamiento es imposible que los españoles disfrutemos del derecho a la información puntual y veraz. Los diarios no viven del kiosco, viven de los bancos que les financian, apoyados por las cadenas de televisión que se hacen eco de sus titulares. De esta forma los comentaristas y tertulianos tienen materia para sus debates prefabricados y monótonos, al margen de la opinión de la mayoría de ciudadanos. La manipulación de la actualidad tiene múltiples formas, con lagunas muy sutiles. Por ejemplo, todos los canales de televisión presentan en pantalla la primera página de los periódicos con los titulares más relevantes; dando prioridad a los diarios de mayor tirada, a excepción de Antena -3, que los presenta justo al contrario dando prioridad a La Razón, en Lugar de presentar a El País. Esta forma de presentar las preferencias de este canal, demuestra sin disimulo y de forma evidente su preferencia a la hora de defender la política del poder imperante hoy en España. Esta escala permite percibir de cada periodista o tertuliano cual va a ser la respuesta o el análisis a cualquier tema a debatir. Las tertulias no reflejan el sentir de la calle, son el vivo reflejo del espectro parlamentario. La vehemencia en defensa del gobierno de ciertos tertulianos raya en la paranoia. Los economistas presentan variaciones sobre el mismo tema, dentro del esquema europeo como pensamiento único. Si hablamos de la forma y el fondo de ciertos seudo periodistas es un insulto a la libertad de expresión. Además su escasa y tendenciosa información, les pone a un nivel mucho más bajo que el ciudadano de la calle. 



LA FIESTA NACIONAL

Es fácil observar que la información se confunde con la propaganda y la autocrítica en los medios no existe y tampoco se la espera. El periodismo actual corresponde a un periodismo de un país que ya no existe. Si las facultades y escuelas de periodismo no han renovado sus contenidos, los periodistas del futuro serán engullidos por las redes sociales. Éstas son las que tienen la llave de la proximidad en el espacio y en el tiempo. Los periódicos en Internet son la nueva forma de hacer periodismo. El fotoperiodismo de exclusiva y de titular en primicia ya no tiene que esperar a que pase la noche. Si los canales de televisión no se hicieran eco de las noticias de los periódicos impresos, los kioscos tendrían que dedicarse, que ya lo hacen, a vender otros derivados…



LA REVOLUCIÓN PENDIENTE

En España el derecho a la información está secuestrado en los medios sustentados por el capital y afines al poder. No es un disparate decir que cuando este derecho está amenazado, debe de haber una intervención legal y legítima para devolvérselo al pueblo. Esto sucede en los medios de comunicación privados pero en los públicos está legalizado que los entes públicos sean voceros oficiales y celosos ocultadores de las fechorías del Gobierno de turno. Sólo los francotiradores Web y Blogs autónomos están haciendo la competencia a los medios afines al poder. Cuando los medios tienen como función propiciar un derecho constitucional y no lo cumplen, es preciso intervenir para que lo cumplan o se le retire esa posibilidad de fraude a los derechos constitucionales.



EL DERECHO A DECIDIR DE LAS MUJERES 

La situación española es un atentado al derecho a la información y no es un disparate que alguien haya dicho que, el pueblo debe de intervenir y reparar este delito contra el artículo 20 de la Constitución. Sin duda está surgiendo una masa de ciudadanos que emerge de las tinieblas de la mentira, y ya nada será igual al pasado reciente, aunque los medios sean los primeros en calumniarles, vilipendiarles y hasta temerles…



EL FRANQUISMO QUE NO CESA


GALERÍA DE TEMAS CANDENTES





LA MENTIRA




LA LIBERTAD




LA SEXUALIDAD




LA MEMORIA HISTÓRICA




LA OTRA HISTORIA DE ESPAÑA




LA DESIGUALDAD




LA IGLESIA Y EL ISLAM




LA REPÚBLICA




EL MACHISMO




LAS FUERZAS ARMADAS




LA MONARQUÍA




LA RECONCILIACIÓN




LA DEMOCRACIA




LA ILEGITIMIDAD DEL FRANQUISMO




CATALUÑA Y EUROPA




EL NACIONALISMO ESPAÑOL