Por Isidoro Gracia
Exdiputado
El refranero popular es fuente
de sabiduría y suele tener remedios para prácticamente todas las situaciones,
este es claro para Pedro Sánchez: Quien
hace lo que puede no está obligado a más.
Aún no tenía el
nombramiento, ganado en buena lid democrática, blanco sobre negro en el BOE, y
ya asistimos a un cúmulo de apresuradas y en muchas ocasiones exóticas
peticiones, exigencias y deberes dirigidos al Presidente de Gobierno recién
elegido. Y no solo emitidas por ciudadanos bien intencionados y
desinformados, también por responsables políticos y administrativos que tienen
la obligación de conocer sobre lo que hablan. Desde que interfiera en las
decisiones del autónomo (que no independiente) poder judicial hasta, que le
arreglen “lo suyo”, en Galicia destacó por su apresuramiento y repercusión
mediática, el alcalde herculino con el “que me arreglen la fachada
atlántica”.
Empecemos por decir que algo sí
que se puede hacer desde el Gobierno del Estado incluso con pocos diputados. Y
es más de lo que parece a simple vista.
Hay muchas decisiones
importantes que solo exigen el acuerdo del Consejo de Ministros, por ejemplo
nombramientos en múltiples instancias y organismos, nacionales e
internacionales, solo pongo un par de ejemplos RTVE y Fiscalía General del
Estado pero son miles, literalmente. O instrucciones de emitidas por simples
altos cargos de ministerios. Por ejemplo dar instrucciones a la red diplomática
española para explicar activamente la historia y realidad de Cataluña,
aportando documentación objetiva y contrastada.
Sigamos con un par de cosas que
no puede hacer sin meterse en terrenos ignotos, en contra de la opinión de
múltiples tertulianos: cambiar la estructura del gobierno; ante la muy lógica
decisión, dado lo avanzado de las fechas y la atención de la UE, de aceptar los
Presupuestos Generales, cambiar la estructura del gobierno supondría una
aventura que terminaría afectándolos. Otra en contra de la opinión de muchos
“enteraos”, que no expertos: dar prioridad a finalizar la legislatura, por
aquello de la estabilidad; la estabilidad estará absolutamente condicionada a
la tramitación de los PGE de 2019 y en menor medida a la voluntad del
Presidente.
Hay mucha normativa sustancial
que solo exige como soporte un Real Decreto u otros de menos rango. Las
más inmediatas las Pensiones o el Salario Mínimo Interprofesional. Pero la
convocatoria de oposiciones y concurso para el acceso a empleos públicos, el
trasvase entre partidas presupuestarias o la ampliación de aquellas declaradas
ampliables también entran en este capítulo. Un ejemplo, aquí estaría la
solución de algunos de los problemas de aplicación de la Ley de
Memoria Histórica, entre ellos iniciar la recuperación de los que se encuentran
en cunetas, eriales y otros sitios indignos de aquellos a quien cobijan.
Otros temas que puede intentar,
con alguna menor garantía de que lleguen a término son aquella modificaciones
que exigen el nivel normativo de Ley, incluso aquellos que la oposición ganó en
el pleno del Congreso al gobierno Rajoy (modificación de la Ley Mordaza, la
última Reforma del Mercado Laboral o la LOMCE), por dos hechos muy concretos:
la composición de las mesas del Congreso y el Senado. Así como para muchos de
los inconvenientes en las tramitaciones de Leyes o RDL se encuentra
solución el artículo 149 del Reglamento del Congreso: “El Pleno de la Cámara
podrá recabar para sí la deliberación y votación de los proyectos y
proposiciones de ley…”, para los vetos del Senado el procedimiento es complejo
y puede ser muy dilatado en el tiempo, incluyendo una ”congelación”
absolutamente reglamentaria durante dos meses, si el Congreso no levanta el
veto por mayoría absoluta.
Según mi modesta opinión, un
par de periodos de sesiones darán la medida de lo que el nuevo e ilusionado
gobierno, e ilusionante para lo que creo la mayoría de ciudadanos puede hacer
con su mejor voluntad y esfuerzo, y también de lo que estará obligado a
explicar y dar cuenta por no poder llevar a buen término al no depender de su
limitada fuerza parlamentaria y competencias ejecutivas, limitadas como en
cualquier Democracia por otros poderes y fuerzas políticas y sociales.
También es mi opinión, que con
tan modestas expectativas, hacerlo mejor y más limpio que el gobierno saliente,
a la vista del castigado ciudadano español, es muy posible y creo que muy
probable.
"En un lugar de la Mancha..."
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