Por
Pedro Taracena Gil
En el
caso español, después de haber vivido la experiencia sobre todo de la II
República, y habiendo sido masacrada por la Oligarquía, el Ejército y la
Iglesia, el anacronismo de un régimen monárquico, obedece a dos características:
la primera que en pleno siglo XXI los intereses que trajeron la dinastía de los
Borbones para ocupar el Trono de España, siguen en vigor. Había que apartar del
poder a todas las opciones de la izquierda considerada más radical, como
comunistas, republicanos y secesionistas. Y en segundo lugar, el Rey impuesto
por el Caudillo de España que lo fue por la Gracia de Dios, garantiza la
continuidad del franquismo, el capitalismo más liberal y el nacionalcatolicismo. Todos ellos
encubiertos con la máscara de la letra de la Constitución de 1978, ya que de su
espíritu solamente se han ocupado de fosilizar.
En la
actualidad es preciso desmitificar y desenmascarar la idea de que Juan Carlos I
fuera el artífice de la modélica Transición, el garante de la democracia y mucho menos conseguidor de la reconciliación entre
los españoles. Conceptos que siguen siendo asignatura pendiente. ¿Con qué
legitimidad el Estado procesa y encarcela a los secesionistas catalanes, cuando
ha dejado impune el genocidio y la dictadura franquistas? La Ley de Amnistía de
las Cortes Franquistas, amnistiaron a los verdugos pero el delito de lesa
humanidad quedó impune. Es verdad que en
las monarquías que persisten en Europa, el
Rey reina pero no gobierna. No obstante en España este estatus real es
verdad a medias, sustentado por alguna mentira. El Rey es más títere que
árbitro, como se ha demostrado ante los crímenes
legales del 1º de octubre de 2017. El Rey basándose en la amnistía del 77
no ha condenado la dictadura y mucho menos reconocido la existencia de la
República. Lejos de ser neutral es marioneta de la herencia franquista y del
Gobierno de turno. Ante la guerra la injusticia y los crímenes legales contra su pueblo, es mudo, sordo y ciego. Es un
muñeco de trapo que baila al son de la Oligarquía, inclinándose vergonzosamente
ante los Prelados de la Iglesia y es
permanentemente adulado, silenciando sus fechorías por los impostores del
periodismo.
Grosso
modo, tomando los textos legislativos de las dos constituciones, la República
de 1931 y la Monarquía Parlamentaria de 1978, ambas mantiene un espíritu
republicano en el más amplio sentido de lo que es una r e p ú b l i c a. Es la
Jefatura del Estado y su permanencia, lo que verdaderamente entran en conflicto
con la lógica política del siglo XXI y la democracia a la hora de elegir la
máxima magistratura del Estado. Al margen de la legitimidad original de uno u otro
caso. Comparemos esta diferencia abismal:
REPÚBLICA
ESPAÑOLA 1931
Artículo
85
El
Presidente de la República es criminalmente responsable de la infracción
delictiva de sus obligaciones constitucionales.
El
Congreso, por acuerdo de las tres quintas partes de la totalidad de sus
miembros, decidirá si procede acusar al Presidente de la República ante el
Tribunal de Garantías Constitucionales.
Mantenida
la acusación por el Congreso, el Tribunal resolverá si la admite o no. En caso
afirmativo, el Presidente quedará, desde luego, destituido, procediéndose a
nueva elección, y la causa seguirá sus trámites.
Si
la acusación no fuese admitida, el Congreso quedará disuelto y se procederá a
nueva convocatoria.
Una
ley de carácter constitucional determinará el procedimiento para exigir la
responsabilidad criminal del Presidente de la República.
CONSTITUCIÓN
MONÁRQUICA ESPAÑOLA 1978
Artículo
56
1. El
Rey es el Jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia, arbitra y modera
el funcionamiento regular de las instituciones, asume la más alta
representación del Estado español en las relaciones internacionales,
especialmente con las naciones de su comunidad histórica, y ejerce las
funciones que le atribuyen expresamente la Constitución y las leyes.
2. Su
título es el de Rey de España y podrá utilizar los demás que correspondan a la
Corona.
3. La
persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad. Sus actos
estarán siempre refrendados en la forma establecida en el artículo 64,
careciendo de validez sin dicho refrendo, salvo lo dispuesto en el artículo
65,2.
http://www.congreso.es/constitucion/ficheros/c78/cons_espa.pdf
La Estalada
Llegados hasta aquí, nos sirve de ejemplo que las 17 Comunidades Autónomas son de facto repúblicas coronadas y España una Unión de Repúblicas que integran el Reina de España. En el concierto internacional tenemos Australia, Nueva Zelanda, Canadá y hasta de 16 países más, cuya reina es Isabel II, que lo es por supuesto de Gran Bretaña.
La Estalada
Llegados hasta aquí, nos sirve de ejemplo que las 17 Comunidades Autónomas son de facto repúblicas coronadas y España una Unión de Repúblicas que integran el Reina de España. En el concierto internacional tenemos Australia, Nueva Zelanda, Canadá y hasta de 16 países más, cuya reina es Isabel II, que lo es por supuesto de Gran Bretaña.
El
planteamiento secesionista español no es una aberración política, ni su
pretensión es un delito condenable. Si no se soluciona el conflicto catalán,
supondrá una amenaza para el Estado las reivindicaciones de otras naciones que
no nacionalidades, como Euskadi, Catalunya, Baleares y Valencia. El Régimen del
78 es bajo toda consideración un estatus ilegítimo. Y el esperpento se produce
cuando los padres de la Santa Transición legitiman la persecución contra
Catalunya en base a una legitimación que no tienen.
Que
nadie se escandalice si me baso en cuatro pilares que ilegitiman el pretendido
Estado de Derecho quebrando el 18 de julio de 1936 y restaurado el 6 de
diciembre de 1978:
1. El origen del Régimen estuvo en un Golpe de Estado contra la República.
2. La legitimidad del Caudillo de España que
implantó la dictadura está basada en su victoria sobre la República. Invicto Generalísimo Franco.
3. El Dictador instauró la monarquía en un Borbón, Don
Juan Carlos que como heredero era ilegítimo, eludiendo así la restauración
monárquica que correspondería a su padre Don Juan.
4. La Ley de la Amnistía dejó impune el genocidio franquista y la dictadura. El franquismo fue
artífice de la Constitución y protagonista hasta nuestros días de la permanente
apología del crimen.
El Guernica de Picasso en el Bosque Zilbeti
El Guernica de Picasso en el Bosque Zilbeti
Los
arquitectos de la Transición y los tutores de la Constitución, han creído que
en España se había restablecido el Estado de Derecho que disfrutaba la
República, de 1931 a 1939. Pero esta verdad aparente es una mentira apuntalada
de embustes. Una ingeniería legal sustenta la gran mentira de la legitimidad.
Desde el 1º de abril de 1939 se implanta en España una legalidad con total
ausencia de legitimidad. El NODO que creara el general golpista sigue
distribuyendo la propaganda del Régimen del 78. La Historia de España es
contada por los vencedores, pero solamente ha pretendido que no logrado una
amnesia del pueblo con su pasado.
Insisto
en hacerme la misma pregunta:
¿Con qué
legitimidad el Estado procesa y encarcela a los secesionistas catalanes, cuando
ha dejado impune el genocidio y la dictadura franquistas?
No es
necesario ser un profeta para establecer que a los franquistas del Partido
Popular hay que obligarles democráticamente a que saquen sus sucias manos de las
instituciones del Estado, y sobre todo enderezar el camino que el criminal 155
ha dejado sobre el pueblo catalán. El 155 es un crimen legal porque legaliza el uso de la fuerza. “Al cumplimiento forzoso”. Así consta… Presos al carrer.
Exiliados a su patria. Procesos archivados y jamás presos políticos.
La Santa Cruz del Valle de los Caídos
Soy
consciente de que el PSOE, también, discrepará del contenido de este artículo,
pero los socialistas hemos sido arte y
parte en la puesta en escena de la gran farsa de la Transición. El
bipartidismo es cómplice por haber convivido con la impunidad del genocidio
franquista. Las mayorías absolutas del PSOE no se han utilizado para sepultar el
franquismo en el mismo Panteón de la Historia, donde yacen el Nazismo de Hitler en Alemania y
el Fascismo de Mussolini en Italia. El
Franquismo-Falangismo-Nacionalcatolicismo de Franco goza de buena salud en nuestra
ESPAÑA UNA GRANDE Y LIBRE.
El artículo 155 de la
Constitución establece lo siguiente:
1. Si
una Comunidad Autónoma no cumpliere las obligaciones que la Constitución u
otras leyes le impongan, o actuare de forma que atente gravemente al interés
general de España, el Gobierno, previo requerimiento al Presidente de la
Comunidad Autónoma y, en el caso de no ser atendido, con la aprobación por
mayoría absoluta del Senado, podrá adoptar las medidas necesarias para obligar
a aquélla al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones o para la protección
del mencionado interés general.
2.
Para la ejecución de las medidas previstas en el apartado anterior, el Gobierno
podrá dar instrucciones a todas las autoridades de las Comunidades Autónomas.
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