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sábado, 31 de marzo de 2012

MIS SUEÑOS PREFERIDOS

Por Pedro Taracena Gil



Pedro Taracena Gil


Anoche soñé que:

Era un emprendedor moderno, de los concebidos en la mente de Rajoy y en las leyes de la derecha. Un creativo que ilusionando con sus proyectos a los bancos le habría de conceder la ayuda necesaria para cumplir sus sueños. Ilusiones que otros muchos vieron cumplidas antaño y que la crisis se llevó por delante. Ilusiones que quieren abordar después de la carrera y el máster correspondiente. Un día abandoné mis lunes al sol y me encaminé a la oficina de emprendedores. Allí iba a conocer de primera mano los cómos para abordar mi futuro con ahínco, tal y como me había prometido Rajoy. Pero antes de emprender mi particular aventura, me hice invisible y me coloqué al otro lado del mostrador, ventana única, para crear empresas. Me habían dicho que era cosa de 24 horas o 48 a lo sumo. Allí camuflado pude escuchar sin ser visto al primero de los candidatos:
Vengo de cerrar un bar donde llegamos a trabajar toda la familia y dos empleados más. Dábamos de comer a los de la construcción y con esto de la crisis hemos tenido que cerrar. Y con la indemnización que hemos tenido que librar a los dos asalariados, nos hemos quedado en la ruina. Cotizamos muy poco como autónomos y ahora cobramos lo mínimo. Pero soy un profesional de la hostelería y es mi deseo volver a poner un negocio. Eso sí sin empleados. El funcionario de la oficina de emprendedores, le entregó un formulario para que cuantificara en euros su proyecto. Después sería el banco quien le constataría si era digno de crédito y si todos sus riesgos estaban cubiertos.
La siguiente fue una chica joven que deseaba poner una academia de Economía Contable para formar a profesionales de la gestión. Era licenciada en Ciencias Económicas y Derecho. El máster lo había hecho en Oxford y tenía la titulación para impartir clases en ingles, sobre todo en materias relacionadas con la economía el derecho y la bolsa del comercio. El funcionario animó mucho a esta joven porque su currículum iba en línea con la excelencia; pregonada en su comunidad autónoma. El proyecto estaba cuantificado y sólo necesitaría el aval para que el  banco correspondiente hiciera realidad sus sueños. Aunque es probable que necesitara un aval de alguien solvente,
Un joven situado en la cola en tercer lugar expuso su plan. Venía de haber creado una pequeña empresa al servicio de la construcción de casas; había desertado de sus estudios secundarios. Ahora deseaba emprender otro camino también de autónomo. Pero no tenía formación y demandaba al funcionario cursos para trabajar en el sector de las energías renovables. Las ayudas a la formación profesional fuera de los programas reglados por Educación, no se contemplaban en esta oficina, y el funcionario le remitió a matricularse en un centro público de formación profesional. Apenas cotizó como autónomo y ahora no cobraba ayuda alguna. Con el formulario cumplimentado no sabía qué hacer. Necesita comer ahora.
Como nadie me veía, yo sí podía escuchar cerca de ellos sus lamentos y decepciones. Seguidamente situados en la fila de los futuros emprendedores, estaban dos hombres de mediana edad. Exponían al responsable de la ventanilla ministerial que venían de cerrar su empresa porque la administración no le pagaba las facturas producida por trabajos realizados y servicios prestados. Ahora les habían prometido que le liquidarían la mayor parte de la deuda y estaban dispuestos a crear otra empresa. No obstante, el funcionario se adelantó a informarles que debían esperar a tener el dinero y entonces, si eran solventes y presentaban un proyecto atractivo, el banco les ayudaría a emprender una iniciativa pero sin riesgos.
Harto de escuchar a los emprendedores de Rajoy, me decidí hacerme visible y tomar el número para solicitar una ayuda en la oficina de emprendedores… Me  apresuré a tomar el 501, cuando el turno marcaba que estaban atendiendo al número 100. No me pudieron atender porque en ese preciso momento me había despertado.


Pedro Taracena Gil


Anoche soñé que:

Esperanza Aguirre era una gran señora llena de virtudes, mater et magistra de todos los matritenses. Esta noble y buena dama, había convertido la Puerta del Sol en un ágora, donde todas las tardes celebrara el tea party con los sindicalistas, miembros del movimiento 15-M y dependientes de la región. Allí derrochaba amor y simpatía con todos. Su abolengo y prosopopeya dejaba atónitos a propios y extraños. Era una mujer de verbo fluido, dulce, llano,  educado y culto. Trataba con delicadeza y respeto a todos aquellos que podían concurrir en discrepancia con sus centradas, sabias y justas ideas. Era aclamada como lideresa indiscutible por todos los que nos acercábamos cada tarde a los aledaños de palacio. Ella se sentía segura ante las amenazas de que interrumpieran el sosiego de su encuentro con el pueblo, un aquelarre de carcamales resentidos, y fueran a ocupar su mansión, cual Palacio de Invierno. Se presentaba como la mujer más liberal del mundo. Encarnación de la Mariana Pineda del siglo XXI. Todo un hombre de estado en femenino. Asidua a los cortes de cinta, hábil a la hora de colocar ladrillos, a modo de primeras piedras. La genta le aclamaba por sus logros conseguidos: Procuraba una educación siempre en busca de la excelencia. Integración de ambos sexos reflejo de la sociedad real y democrática. La infancia era los príncipes de su virreinato, conciliando a las familias. Los mejores hospitales, el mejor transporte y la inigualable asistencia a la dependencia del que no puede valerse por sí mismo. Y todos ello era conseguido a través de la iniciativa pública, pulcramente gestionada a través de su inquebrantable vocación hacia el sector que es de todos, el sector público. En mi sueño, la excelsa señora y aristocrática presidenta, estaba defendiendo como es habitual en ella, una causa justa. Alguien había osado amenazar a los sindicatos con filmar los atropellos cometidos por los piquetes informativos y colgarlos en la Red, para después obrar en consecuencia. Pero lo que más le irritaba a la exquisita y augusta condesa, era que alguien augurara que los  sindicatos también caerían como el muro de Berlín.
De repente, una carga policial irrumpió en la Puerta del Sol y despertándome, me hizo saber que ya había amanecido. 




Anoche soñé que:

Era periodista y entrevistaba al Rey de España en el palacio de Oriente. Fue una conversación distendida recorriendo las estancias abocadas a la calle Bailén. Así le propuse la primera cuestión:
Periodista.- Señor, qué valoración otorga S. M. a los reinados de la Casa de Borbón en España, sobre todo durante los siglos XIX y XX.
Rey.- Hombre, si tenemos en cuenta los avatares de las cortes del resto de Europa, puedo decir que mis predecesores han sido monarcas, digamos que al uso.
Periodista.- ¿Podéis acercaos más a una apreciación más cercana y  personal?
Rey.- Vamos, que me moje me estás diciendo.
Periodista.- Sí, por favor.
Rey.- Pues desempeñaron su reinado con más o menos absolutismo, dando paso  a gobiernos más o menos liberales. No puedo negar a la Historia el hecho de que fuera el rey Fernando VII, quien se cargara a La Pepa. Aunque ahora sea yo quien tenga que rendirle homenaje.
Periodista.- Con la venia yo apostillo que Fernando VII no supo digerir la doctrina de La Pepa, pero que la reina Isabel II, sí se inclinó por gobiernos  liberales; constatando que la democracia de la época se encontraba agredida por los caciques y la Iglesia. Que siempre servían al poder en contra del pueblo.
Periodista.- Majestad, una vez situados históricamente en el reinado de Alfonso XIII, no le pido que juzgue pero sí que analice la Dictadura del General Primo de Ribera.
Rey.- Mi abuelo, el rey Alfonso XIII, hizo lo que creyó más oportuno, no fue una solución democrática, pero la monarquía estaba ya muy deteriorada… Comprendo lo que hizo porque yo pasé momentos difíciles la noche del 23 de febrero de 1981.
Periodista.- ¿Usted cree que fue junto con las elecciones municipales del 31, los prolegómenos de la II República?
Rey.- Sin duda…
Don Juan de Borbón
Escultor: Víctor Ochoa
Fotografía: Jacinta Lluch Valero


Periodista.- La Casa de Bourbon o de Borbón regresa a Francia destronada. Más tarde sería vuestro padre, Don Juan de Borbón, el cabeza visible de la dinastía monárquica española.
Rey.- Así fue…
Periodista.- En España se proclama el advenimiento del régimen republicano con una constitución sancionada el 9 de diciembre de 1931. En 1936 el general Franco en connivencia con el ejército, la burguesía, el capital, los caciques y la Iglesia dan un golpe de mano y derriban la joven República. Se provoca la Guerra Civil y se justifica con una dictadura.
Rey.- Tiempos dificilísimos para mi padre, el Conde de Barcelona…
Periodista.- Efectivamente, a Don Juan no le gustaron los planes del dictador. Franco planifica instaurar, que no restaurar, la institución monárquica, no en su heredero legítimo, sino que planifica que sean las sienes de V.M. quienes se ciñan la Corona de España.
Rey.- Dicho sin tanta pompa y boato, sí, fue así. Yo me encontraba entre la espada y la pared, pero creo haber tenido las ideas claras para escorarme hacia España, terreno ajeno a la familia real y al general.
Periodista.- En 1977 Don Juan abdica de sus derechos dinásticos a favor del V.M. Y al año siguiente se convierte en el Rey de España, no por la designación de Franco, sino por la Constitución Española de 1978.
Rey.- Las Cortes del régimen anterior me otorgaron el nombramiento de Rey de España, pero fue la monarquía parlamentaria  quien legitimó el proceso.
Periodista.- No son pocos los temas tabú que quedaron en el camino. Me refiero a que, efectivamente, el primer interesado en que Las Cortes legitimaran con premura su nombramiento, debía ser V.M. Porque de haber tardado, el régimen que estaba pendiente de rescatar del golpe militar de Franco, era la República…
Rey.- Sinceramente, los intereses creados por los que mantuvieron la dictadura, no lo hubieran permitido.
Periodista.- Pero ahora, año 2012, qué inconveniente existe para el Rey de Rey  España, no condene la dictadura franquista y el franquismo. Aún más, no reconozca el valor legítimo de la II República; poniéndola en el calendario de la Historia.
Rey.- Como ciudadano español es justo y necesario. Pero…
Periodista.- Sí, Majestad…
Rey.- Como Rey debo ser el árbitro equidistante de todas las sensibilidades.
Periodista.- ¿Podría avanzar algún detalle de esa equidistancia?
Rey.- Pues… mientras aquellos que tuvieron arte y parte en la dictadura e hicieron la transición aunque consensuada con los demócratas, no condenen el régimen anterior, el Rey no puede significarse…
Periodista.- Como ciudadano lo puedo comprender pero no lo comparto. Con todos mis respetos, esa equidistancia, homologa al Rey de España con una de las partes, es decir, con el Partido Popular. Furibundo partidario del franquismo, anclando sus raíces más si cabe, en los orígenes de su fundador. Manuel Fraga.
Rey.- Es posible que el rey Felipe VI pueda hacerlo…
Periodista.- Una última cuestión. Qué supone más coherencia política para el rey Juan Carlos I: 1º Reconocer la legitimidad de la II Repúblico. 2º Condenar la dictadura del general Franco, y 3º Denunciar la existencia del post-franquismo. Teniendo en cuanta que ninguno de los tres aspectos merman un ápice su legitimidad como Rey de España
Rey.- La historia juzgará la equidistaría y la coherencia…
Periodista.- Señor. Muchas gracias. A todo esto, a quién pertenece la estatua ecuestre del centro de la plaza de Oriente…
Rey.- A Felipe IV.
El despertar a un domingo primaveral me hizo abandonar la impostura de periodista real…

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