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jueves, 8 de marzo de 2012

PÚBLICO DEBE SEGUIR


HEMEROTECA PÚBLICO


Transparencia A. Pedro Taracena 


Transparencia B. Pedro Taracena 

Vicenç Navarro

Catedrático de Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra
El mayor problema que tiene la democracia española es la limitadísima diversidad ideológica de los medios de información y persuasión, tanto orales como escritos. He vivido en varios países –Suecia, Gran Bretaña y EEUU- durante mi largo exilio y he trabajado en muchos otros países democráticos como profesor visitante, en instituciones académicas o como asesor a gobiernos y otras organizaciones, y en ninguno de ellos la diversidad ideológica de los medios es tan reducida como en España. También viví durante gran parte de mi juventud bajo la horrible dictadura que sufrimos en nuestro país –que impuso un enorme retraso económico, social y cultural a España-, y puedo dar testimonio de que debido a los cambios sustanciales –resultado primordialmente de la presión popular liderada por el movimiento obrero- que ocurrieron durante la transición de la dictadura a la democracia, España hoy no es una dictadura, sino una democracia. Ahora bien, resultado del dominio de aquel proceso de Transición por parte de las fuerzas conservadoras, la democracia española es enormemente deficitaria. La evidencia es clara y robusta. Uno de los indicadores de ello ha sido la ausencia, durante la mayoría del periodo democrático, de medios orales o escritos de izquierda a nivel de todo el país. Ni que decir tiene que existen voces y firmas de izquierda en los mayores medios de difusión, pero siempre en situaciones muy minoritarias que confirman la discriminación ideológica que aparece en tales medios. Y ello ha estado ocurriendo en un país donde, sumando los votos de todos los partidos de izquierda, suman más que los votos a los partidos de derechas (llámense de derecha o de centro) en la mayoría de las elecciones legislativas a las Cortes Españolas desde que la democracia se estableció. E incluso, hoy las encuestas muestran que hay más españoles que se definen de centro-izquierda e izquierda que de centro derecha y derecha. Es por ello que en una democracia madura y desarrollada, uno esperaría que hubiera al menos varios diarios de izquierda. Pues no, no hubo ninguno hasta el 26 de septiembre de 2007, fecha en que se estableció Público. No obstante, el día 24 de febrero de este año, el diario Público cerró. Durante este corto periodo de más de cuatro años, fue de los poquísimos espacios mediáticos que sistemáticamente presentó una visión de izquierdas de lo que ocurre en nuestro país.
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EL DIARIO "PÚBLICO" DEBE SEGUIR




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