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miércoles, 7 de marzo de 2012

COMO EN TIEMPOS DEL FRANQUISMO

Por Pedro Taracena Gil

El cardenal Rouco prohíbe toda crítica al Gobierno por la perversa Reforma Laboral, a dos organizaciones surgidas en España al rescoldo del Vaticano II. Hermandad Obrera de Acción Católica y Juventud Obrera Católica. En estos aciagos días se están dando las mismas circunstancias que en la dictadura. Entonces la jerarquía católica tenía tal identificación con el nacionalcatolicismo de Franco, que permitía y jamás defendió, que encarcelaran a los curas obreros y a los sindicalistas de inspiración cristiana. Por el delito de predicar la nueva doctrina conciliar y defender a los obreros ante la injusticia del empresario. En los años del franquismo los hechos obedecían a una coherencia lógica. El maridaje Iglesia Estado funcionó de forma perversa y perfecta. Franco y la Iglesia habían emprendido la Santa Cruzada y como vencedores implantaron una sanguinaria dictadura confesional, donde se perpetuó la alianza trono altar. Hasta la venida de la democracia los franquistas y los curas militaban en la misma mafia malhechora contra el pueblo.
A pesar de la vigencia de la Constitución Española de 1978 durante 34 años, los herederos del régimen tiránico, desarrollan las mismas conductas. El Gobierno del Partido Popular no oculta su admiración por el más puro franquismo y la Iglesia no renuncia a sus permanentes privilegios. Constituyen una alianza fuerte. El neofranquismo que no cesa. La Iglesia, en agradecimiento de las políticas anti Educación de la Ciudadanía y anti aborto del Gobierno, Rouco reprime las críticas de los cristianos contra las leyes antisociales de Rajoy. Como siempre, la derecha jamas ha reconocido ningún derecho, y gobierna con la Constitución de 1978 fosilizada.


COMUNICADO HOAC Y JOC


2 comentarios:

  1. Dedicado a los "mafiosos" franquistas, aduladores permanentes del "conspicuo" PP y de su megalómano jefe. Amigo Pedro, hoy, impera la ley Sacrosanta sobre cualquiera otra cuestión.

    Un Abrazo, Miguel.

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  2. No dudo, que alguna vez, quizá alguna persona en la izquierda, acabe profesando comportamientos propios de la derecha, pero nunca, en la derecha, nadie verá jamás, el más mínimo veleidad que le pueda situar como una persona de izquierda. ¡ En la derecha solo hay derecha !

    Cordiales saludos.

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